Argentina: FAERA afirma que “cerrar las escuelas es un camino equivocado”

Ante las nuevas restricciones dispuestas por el Gobierno Nacional, la Federación se explayó sobre la presencialidad de las clases en la escuela

A través de una Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), el Presidente de la Nación, Alberto Fernández, determinó la suspensión de las clases presenciales desde el 19 de abril hasta el 30, en todas las modalidades y niveles educativos.



Por su lado, el gobierno porteño, encabezado por Horacio Rodríguez Larreta, discute esta medida judicialmente ante la Corte Suprema de Justicia.

Ante estas decisiones, los directivos de la Federación de Asociaciones Educativas Religiosas de la Argentina (FAERA), junto con las delegaciones porteña y bonaerense, reclamaron que “la educación sea declarada urgentemente como actividad esencial, pues sin educación no hay presente ni futuro posible para nuestro país”.

Escuela, ámbito seguro

Los miembros de FAERA aseveraron que las escuelas son lugares seguros. “Nos hemos visto sorprendidos y lamentamos la decisión del Poder Ejecutivo Nacional de suspender las clases presenciales durante las próximas dos semanas”, expresaron.

Además, apoyaron la continuidad de las clases presenciales por los datos estadísticos y de público conocimiento. Estos convalidan los índices bajos de contagio en la escuela. Y aseguraron que, desde las instituciones, se respetan los protocolos y se invierte en recursos y personal para cuidar a toda la comunidad educativa.

Los integrantes del organismo educativo afirmaron que cerrar las escuelas es un camino equivocado. “Si el problema es el movimiento que las escuelas abiertas generan”, piden otras soluciones (transporte exclusivo, vacunación rápida del personal docente), pero “no cerrar un ámbito seguro e imprescindible” para los alumnos.

Revertir la medida

Recordaron las palabras que el papa Francisco dijo, el 8 de febrero pasado, sobre la catástrofe educativa: “no podemos permanecer inertes… Hoy es necesario un nuevo periodo de compromiso educativo, que involucre a todos los componentes de la sociedad, porque la educación es el antídoto natural de la cultura individualista, que a veces degenera en un verdadero culto al yo y en la primacía de la indiferencia”.

Teniendo en cuenta el cuidado de la salud de las personas y el respeto a la institucionalidad, FAERA asegura que “en el intercambio de ideas los gobernantes se fortalecen, ganan autoridad y no temen rectificarse si encuentran errores en decisiones propias o mejores alternativas a las establecidas“.

Finalmente, reclaman mantener las escuelas abiertas y hacer todo lo necesario para que “la educación sea considerada legal, jurídica, política y socialmente una actividad esencial para toda la sociedad de nuestro país”.

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