La Iglesia en México se pronuncia contra la “revisión” al vapor de los libros de texto

La Conferencia del Episcopado Mexicano calificó de sui generis las consultas y comisiones que se han establecido para el proceso, el cual se ha realizado sin mayor fundamento científico, jurídico e institucional

En un proceso que ha sido calificado por diversas organizaciones civiles de “improvisado”, “sin definiciones ni planeación” y “al vapor”, la Secretaría de Educación Pública (SEP) en México avanza en la revisión de 18 libros de texto gratuitos de nivel primaria para el ciclo escolar 2021-2022.



Y es que, para la revisión de dichos libros, que contemplan materias como español, ciencias naturales, geografía e historia, las autoridades convocaron hace unas cuantas semanas a diversos especialistas en materia educativa para que, sin pago alguno, colaboraran como voluntarios -tras una capacitación breve en línea– para que los ejemplares pudieran estar listos a finales de mayo para su impresión.

Si bien el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, ha argumentado que desde hace año y medio se formó una comisión de contenidos en la SEP y en noviembre de 2019 se anunció que habría modificaciones a los libros de texto, fue apenas en febrero pasado cuando la dependencia dio a conocer el proceso.

La postura de la Iglesia

En este contexto, la Conferencia del Episcopado Mexicano manifestó este 13 de abril su preocupación por la rapidez con que se busca modificar los contenidos de materias tan importantes en la educación de la niñez.

En un comunicado firmado por Rogelio Cabrera y Alfonso Miranda Guardiola, el presidente y el secretario general de la CEM, respectivamente, así como por Enrique Díaz, obispo responsable de la Dimensión de Pastoral Educativa y de Cultura, la Iglesia en el país hizo un extrañamiento por el impulso que se le ha dado a esta iniciativa gubernamental.

El organismo colegiado calificó de sui generis las consultas y comisiones que se han establecido para este proceso, el cual –señaló– se ha realizado sin mayor fundamento científico, jurídico e institucional.

Recordó que la participación social educativa, prevista por la reciente modificación al Artículo 3 de la Constitución, así como la Ley General de Educación reciente, sigue pendiente de instalación, y “el diálogo necesario no se ha realizado de manera institucional, a pesar del apremio a favor del interés superior de la infancia que a todos los grupos sociales nos obliga”.

Juntos por una respuesta integral

Los obispos mexicanos consideraron que la actual situación educativa en el país requiere de una respuesta “integral, articulada, generosa y consensuada” frente a los efectos de esta pandemia por Covid-19, con toda la comunidad educativa nacional, sobre todo cuando el abandono escolar ha alcanzado a cinco millones de mexicanos, según el INEGI.

“Es urgente la implementación de verdaderas políticas públicas, en diálogo intersectorial, para buscar cómo podemos responder a lo que el papa Francisco ha llamado “una catástrofe educativa” (…) Hoy, además de pretender regresar a la normalidad escolar, debemos buscar formas nuevas para vincularnos (…) con verdadera interacción educativa virtual, presencial e híbrida, en lo que sea posible”.

Los obispos urgieron a la corresponsabilidad educativa de todos, la conformación de protocolos sólidos y detallados que reconozcan las distintas realidades culturales y sociales de cada comunidad escolar y promuevan la participación y autorregulación, dando prioridad al derecho primordial de los niños de ser educados, más allá de cualquier otro interés y conveniencia de los adultos.

 

Foto: SEP/EFE

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