El cardenal Arizmendi denuncia injerencia de la mafia en las próximas elecciones en México

Felipe Arizmendi Esquivel señaló que hay grupos que invierten mucho dinero para ganar una elección, y de esta manera tener “derecho” a intervenir en el gobierno, con libertad para actuar conforme a sus intereses

elecciones México

De cara al proceso electoral del próximo 6 de junio en México, en el que se renovarán varios cargos de elección popular, desde diputaciones federales hasta gubernaturas estatales y presidencias municipales, el cardenal Felipe Arizmendi Esquivel consideró que el ambiente ha comenzado a enrarecerse, y ya comienzan a aparecer intereses legítimos e ilegítimos.



El también obispo emérito de San Cristóbal de las Chiapas denunció que se ha enterado de presiones de grupos mafiosos para influir en la designación de candidatos.

Dijo que estos grupos invierten bastante dinero para ganar una elección, y de esta manera tener “derecho” a intervenir en el gobierno, con amplia libertad para actuar conforme a sus intereses.

“Una nota periodística refiere que el Presidente del país declaró textualmente el pasado 28 de febrero en Zacatecas: ‘Si el presidente municipal de un pueblo llega apoyado por la delincuencia organizada, o por la delincuencia de cuello blanco, sencillamente va a ser un pelele, un títere, un empleado de quien dio el dinero para que ese candidato, en su momento, comprara los votos, traficara con la pobreza de la gente y llegara al cargo, no para servir al pueblo, sino para servir a esos grupos de intereses creados’”.

“Esto es verdad”, abundó Arizmendi, por lo que pidió al gobierno hacer todo lo posible para que no siga sucediendo.

Los privilegios de unos dañan la vida de muchos

Al respecto, el cardenal mexicano recordó algunas palabras del papa Francisco cuando estuvo de visita en México hace cinco años en Palacio Nacional: “La experiencia nos demuestra que cada vez que buscamos el camino del privilegio o beneficio de unos pocos en detrimento del bien de todos, tarde o temprano, la vida en sociedad se vuelve un terreno fértil para la corrupción, el narcotráfico, la exclusión de las culturas diferentes, la violencia e incluso el tráfico de personas, el secuestro y la muerte, causando sufrimiento y frenando el desarrollo”, dijo en su momento el pontífice.

“A los dirigentes de la vida social, cultural y política –continuó el Santo Padre frente a la clase política mexicana– les corresponde de modo especial trabajar para ofrecer a todos los ciudadanos la oportunidad de ser dignos actores de su propio destino, en su familia y en todos los círculos en los que se desarrolla la sociabilidad humana, ayudándoles a un acceso efectivo a los bienes materiales y espirituales indispensables: vivienda adecuada, trabajo digno, alimento, justicia real, seguridad efectiva, un ambiente sano y de paz”.

Salvar la política

Felipe Arizmendi, quién también es responsable de la Doctrina de la Fe en la Conferencia del Episcopado Mexicano, llamó a la sociedad a colaborar, cada quien desde su competencia, para construir una mejor política en bien de la comunidad.

“Esto es competencia de todos, desde la familia, y para salvar la política partidista, que no sea una lucha encarnizada para destruirse unos a otros, sino un camino para desgastar la propia vida en beneficio de los demás. Esa es la buena política partidista que necesitamos, en la que los ministros religiosos no intervenimos”.

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