Los obispos paran los pies a la Unión Europea a causa del aborto

La COMECE ha enviado una carta al presidente del Parlamento Europeo en la que advierte de la intromisión en la cuestión de la normativa sobre la interrupción del embarazo en Polonia

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La Presidencia de la Comisión de Conferencias Episcopales de la Unión Europea (COMECE) ha dirigido una carta –firmada por su presidente, el jesuita Jean-Claude Hollerich, arzobispo de Luxemburgo– al presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli. En ella, en relación a la resolución que este organismo promulgaba sobre el aborto en Polonia, los obispos advierten a Europa de su “preocupación” acerca de algunos puntos de la misma.



Y es que, el pasado 22 de octubre, el Tribunal Constitucional polaco dictaba sentencia, prohibiendo todo aborto salvo aquel que fuera solicitado en caso de incesto, violación o grave peligro de la vida de la madre. De esta manera, quedaban ilegalizadas las interrupciones de embarazos donde el feto sufriese malformaciones graves o problemas de salud incompatibles con la vida después del parto.

De esta manera, el Parlamento Europeo promulgaba su resolución cuestionando la nueva legislación, ya que, tal como apunta, al impedir el aborto incluso en casos de malformaciones o enfermedad del no nato, se provocaría un aumento de estos procedimientos pero de modo ilegal, con lo que esto implica para la salud y seguridad de las mujeres.

Apoyo a las mujeres

Por su parte, los obispos de la Unión Europea han querido hacer hincapié en que “la Iglesia católica busca apoyar a las mujeres en situaciones de vida derivadas de contextos difíciles o embarazos no deseados“, al mismo tiempo que “exige la protección y el cuidado de toda la vida por nacer”. Así, si bien “cada humano es una persona llamada a la existencia por Dios y necesita protección, particularmente cuando es más vulnerable”, “e debe proporcionar todo el apoyo necesario para mujeres en situaciones difíciles de la vida de embarazos no deseados o difíciles”, asegura la COMECE.

Sin embargo, el organismo ha señalado que, “desde una perspectiva jurídica, deseamos subrayar que ni la legislación de la Unión Europea ni el Convenio Europeo de Derechos Humanos prevén el derecho al aborto”, ya que se trata de un asunto que “se deja en manos de los ordenamientos jurídicos de los Estados miembros”.

Principio de atribución

De esta manera, con la resolución de la UE se podría estar cayendo en la violación del “principio de atribución, según el cual la Unión actuará únicamente dentro de los límites de las competencias conferidas sobre él por parte de los Estados miembros en los Tratados para alcanzar los objetivos en ellos establecidos”.

Por otro lado, la COMECE se ha mostrado alarmada ante el hecho de que la resolución del Parlamento Europeo “parece cuestionar el derecho fundamental a la objeción de conciencia“, lo cual “es particularmente preocupante teniendo en cuenta que en el sector de la salud la conciencia los objetores están en muchos casos sujetos a discriminación”.

Asimismo, los prelados han apuntado que han notado “con tristeza” que no se ha recogido, por parte de Europa, ninguna “expresión de condena ni solidaridad con respecto a los inaceptables ataques a iglesias y lugares de culto en el contexto de las protestas relacionadas con esta ley en Polonia”.

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