Las armas de los católicos en las protestas de Myanmar: oración, ayuno y caridad

El obispo de Pyay señala que las comunidades están “pidiendo a Dios por una solución pacífica”

Myanmar protestas

Oración, ayuno y caridad. Estas son las tres armas de los católicos en las protestas de Myanmar. Así lo ha asegurado el obispo de la diócesis de Pyay, sufragánea de Yangon, Alexander Pyone Cho. “Vivimos en el tiempo de Cuaresma y este es el camino que seguiremos como cristianos, este es el camino que nos muestra Cristo crucificado”, ha señalado.



En declaraciones a la Agencia Fides, Pyone Cho ha explicado que “nuestras comunidades católicas en Myanmar, que representan algo más del 1% de la población, están rezando en cada iglesia con el Rosario y la Adoración Eucarística pidiendo a Dios por una solución pacífica a la crisis que atraviesa el país”.

“Los jóvenes desean un futuro de libertad, justicia y democracia y no aceptan a los que han tomado el poder por la fuerza. Como pastores hemos pedido, en una petición conjunta con líderes budistas y otros líderes religiosos birmanos, que se abriera una mesa de discusión: retomar el camino del diálogo es urgente para el bien y la prosperidad del país. Myanmar debe abandonar toda violencia y seguir los caminos de la justicia y la paz”, ha agregado.

Casi un mes del golpe de Estado

El 1 de febrero era el día. Primera sesión en el Parlamento de Myanmar tras las elecciones de noviembre ganadas, por segunda vez consecutiva y con una amplía mayoría (más del 80%), por la Liga Nacional de la Democracia, liderada por la Premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi. Pero nunca tuvo lugar. 

El ejército birmano detuvo a varios políticos en sus casas, incluida ella, horas antes del inicio. Una década después de haber cedido el poder a un gobierno civil, los militares volvían a tomar las riendas del país con un nuevo golpe de Estado que echa el freno a la transición democrática.

Aunque el ejército nunca había perdido todo el poder, pues la Constitución de 2008 –redactada durante el último gobierno militar– le garantiza una cuarta parte de los escaños y el control de tres importantes ministerios –Asuntos Internos, Asuntos Fronterizos y Defensa–, la realidad es que este golpe ha constituido una vuelta al pasado. Y responde a una campaña de la oposición –respaldada por la cúpula militar– que alertaba de un supuesto fraude electoral.

El presidente interino, Myint Swe, fue autoproclamado entonces y justificó la imposición del Estado de emergencia durante un año. El miedo se ha instalado de nuevo en el país que Francisco visitó en noviembre de 2017. 

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