En su acostumbrada Exhortación Pastoral al cierre de su 115ª Asamblea Plenaria, los obispos de Venezuela han denunciado que “sufrimos en nuestro país las nefastas consecuencias de un modelo económico, impuesto por un régimen y una ideología de corte comunista que nos ha empobrecido a todos, especialmente a los más débiles”.
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Todo esto en referencia a la gravísima situación del país, producto de las políticas económicas implementadas por Nicolás Maduro, donde el propio Banco Central, dirigido por el régimen chavista, marca una tasa de cambiaria del dólar que ronda el millón y medio de bolívares.
Minorías privilegiadas
Esta disparidad cambiaria en el país por las desacertadas decisiones en materia económica ha pulverizado el salario de los trabajadores, mientras que por otro lado “vemos a un grupo minoritario de venezolanos que se va enriqueciendo en detrimento de la mayoría de la población”, han señalado los obispos.
“Además, es notorio cómo se ha deteriorado la calidad de vida, educación, salud, y servicios básicos; padecemos una inflación indetenible y una devaluación que ha empobrecido a toda la población”, han acotado.
Migración forzada
La situación de precariedad ha traído como consecuencia la migración forzada de millones de compatriotas que en vez de ser protegidos son “objeto de vejación por los agentes policiales y militares a lo largo del camino”.
“Han llegado a una situación límite en la que no les queda más camino que asumir el reto y el riesgo de enfrentar lo desconocido”, inclusive “al punto de arriesgar su vida y la de su familia como recientemente ocurrió con la dolorosa tragedia del naufragio de muchos venezolanos en las costas de Güiria”, han dicho.
“Esta migración es la prueba más evidente del gran fracaso de las políticas públicas (económicas y sociales) ejecutadas por el Gobierno”, por lo que resulta esencial “defender la proclamación de un nuevo derecho humano, propuesto por el Papa Francisco en la Carta Encíclica ‘Fratelli Tutti’, como es el Derecho a No Emigrar”.
Violación de derechos humanos
Los prelados han hecho un llamado a respetar los derechos humanos, que pese a estar consagrados en la Constitución “como un gran aporte a la modernización del derecho” en Venezuela, lamentablemente “muy pronto esos derechos humanos han sido desconocidos por sus propios autores”.
Incluso “quienes los exigen se convierten en víctimas de persecución y descalificación violenta y opresora, del acoso y extorsión a personas particulares sin tener a donde recurrir para denunciar las múltiples faltas”.
También han mencionado “los informes de la Alta Comisionada de la ONU, para los Derechos Humanos, Michelle Bachellet, en junio de 2019, de la Misión especial de la ONU, investigadora de este tema, emitidos el 15 de septiembre de 2020, en los que se rinde cuenta de “un gran número de expedientes de torturas y asesinatos que señalan crímenes presuntamente cometidos por funcionarios del actual gobierno”.
Sobre las elecciones de diciembre
En relación con los dos eventos electorales realizados en diciembre, tanto por el régimen socialista como por la oposición, han indicado que la denominada “elección” del parlamento, que realizó Nicolás Maduro el 6 de diciembre estuvo plagada serias irregularidades, fue poco concurrida y desconocida por un vasto sector internacional.
Por otra parte la consulta popular, liderada por Juan Guaidó, aún cuando se hizo en la línea del Artículo 70 de la Constitución y contó con alta participación según sus organizadores, “no se avizora en un futuro inmediato la concreción de sus resultados”.
Lo cierto es que la instalación de la nueva Asamblea Nacional “no ayuda a resolver los problemas del pueblo ni crea la confianza para la recuperación del país” sobre todo sin fundamento democrático, en medio de un “revanchismo”, una descalificación hacia líderes de la oposición, de amedrentamientos y amenazas de persecución.
Un cambio legal y pacífico
Para salir de esta crisis los obispos han propuesto “un cambio radical en la conducción política”, lo cual “requiere por parte del Gobierno, la suficiente entereza, racionalidad y sentimiento de amor al país para detener este mar de sufrimiento del pueblo venezolano”.
De igual forma han pedido que se desista del mal llamado ‘Plan de la Patria’, que “pretende imponer leyes para ir creando el estado comunal”, puesto que “el mismo está dirigido por personas que no asumen la responsabilidad y la ética que emanan de ser gobierno”.
Por supuesto todo ello pasa por encontrar el camino legal y pacífico más expedito, que “facilite una transición democrática y nos lleve cuanto antes a unas elecciones Presidenciales y Parlamentarias en condición de libertad e igualdad para todos los participantes y con acompañamiento de Organismos Plurales”.
Primer laico beato en Venezuela
En medio de toda esta crisis, 2021 marca un importante hito para la Iglesia venezolana: la beatificación de José Gregorio Hernández, por ello han invitado al pueblo a seguir su ejemplo de amor a Dios y al prójimo, que “nos aliente a la tarea común de reconstruir el país con total y decidida esperanza”.
“Debe ser una hermosa ocasión no para que quede en los anales de la historia como un evento significativo, sino como la ocasión para el encuentro que ha de perdurar y que debe tener un claro objetivo: refundar a Venezuela con los principios de la nacionalidad inspirados en el Evangelio”, han destacado.
Desde el legado del primer laico beato del país, se han propuesto “construir espacios que nos lleven a un diálogo y reconciliación nacional para hacer realidad la verdad, la justicia, la libertad y la fraternidad que vienen del amor de Dios”.
Foto: EFE
