La Red Clamor solicita al Parlamento Europeo abrir un corredor humanitario para los 13.000 refugiados tras el incendio en Lesbos

Tras el devastador incendio, el 9 de septiembre, en el campo de refugiados de Moria, el más grande de Europa, en la Isla de Lesbos (Grecia), en el que vivían hacinadas más de 13.000 personas, la Red Clamor ha pedido al Parlamento Europeo abrir un corredor humanitario mientras “se avanza en la efectiva protección internacional, integral y digna de todas estas personas y en sus procesos de integración”.



En un comunicado suscrito por Miguel Cabrejos, presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) y Gloria Liliana Franco, presidenta de la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosos (CLAR), ambos miembros fundadores de Clamor, han pedido garantizar “los derechos humanos de nuestros hermanos refugiados”.

Presos en campo abierto

Desde Clamor han recordado que estas personas “requieren protección humana, que han llegado a Europa y se han encontrado atrapadas” para “estar nuevamente presas”, pero “en campo abierto”.

“Estas personas refugiadas saben lo que es escapar de la muerte, la mayoría la han experimentado en sus países de origen: Siria, Afganistán, Paquistán, Camerún, Congo, Irán, Eritrea, Iraq”, han mencionado.

Para las organizaciones de Clamor “esta tragedia aunada a la pandemia de COVID-19 y con las cenizas de Campo de Moria, pueden ser la oportunidad de construir una nueva era humanizadora, donde todos y todas estemos en el mismo barco, porque todos y todas nos necesitamos”.

Hacia una política migratoria con rostro humano

Además han hecho una petición de honor: impedir la deportación de estos refugiados que pisan territorio europeo para evitar que “las devoluciones en caliente se conviertan en la norma, como una medida de salir del problema y evacuar la ciudad”.

Por otra parte han pedido a los parlamentarios promover con urgencia “un cambio de política migratoria y de asilo con verdadero rostro humano”, de allí la necesidad de un corredor humanitario como “buena praxis, que ya se hizo efectiva cuando Papa Francisco trasladó familias sirias a Italia”.

Foto: Vatican News

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