Una Agenda Cristiana “para repensar el mundo post-Covid”

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Según acaba de anunciar la Sala de Prensa de la Santa Sede, el Consejo Mundial de Iglesias y el Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso publican el documento conjunto ‘Al servicio de un mundo herido en solidaridad interreligiosa: un llamado cristiano a la reflexión y la acción durante el Covid-19’.



Su objetivo no es otro que “animar a las Iglesias y organizaciones cristianas a reflexionar sobre la importancia de la solidaridad interreligiosa en un mundo herido por la pandemia del COVID-19” y por “muchas otras heridas”.

Con otras confesiones

Así, sobre esta “base cristiana para la solidaridad interreligiosa”, se invita a sumarse a la reflexión y al compromiso a otras confesiones “que puedan pensamientos similares basados en sus propias tradiciones”.

Siguen la llamada del Papa

El Consejo Mundial de Iglesias y el Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso retoman con fuerza una idea recalcada por el Papa estas semanas (“de esta crisis hay que salir mejores”) y defienden que el contexto presente es “un momento para descubrir nuevas formas de solidaridad para repensar el mundo post-COVID-19”.

En la presentación del documento, el cardenal Miguel Ángel Ayuso Guixot, presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, ha asegurado que reivindican “una respuesta ecuménica e interreligiosa oportuna”, pues “la pandemia ha dejado al descubierto las heridas y la fragilidad de nuestro mundo, revelando que nuestras respuestas deben ofrecerse en una solidaridad inclusiva, abierta a los seguidores de otras tradiciones religiosas y a personas de buena voluntad, dada la preocupación por toda la familia humana”.

Protegerse mutuamente

Ioan Sauca, secretario general interino del Consejo Mundial de Iglesias, ha defendido que el diálogo interreligioso es clave en un tiempo en el que “la familia humana enfrenta un llamado sin precedentes para protegerse mutuamente y sanar a nuestras comunidades”. “El diálogo interreligioso –ha concluido–, no solo ayuda a aclarar los principios de nuestra propia fe y nuestra identidad como cristianos, sino que también abre nuestra comprensión de los desafíos y las soluciones creativas que otros pueden tener”.

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