Los restos de Marcel Lefebvre serán trasladados a la iglesia de Ecône en una solemene celebración el 24 de septiembre

El superior general de la Fraternidad Sacerdotal de San Pío X, Davide Pagliarani, ha decidido trasladar los restos del su fundador, Marcel Lefebvre, a la iglesia del seminario suizo de Ecône, y lo realizarán el próximo 24 de septiembre. Un traslado que los lefebvrianos explican desde la comodidad para los visitantes que acuden al centro a visitar la tumba, pero que parece romper con la tradición que tanto se invoca en Ecône ya que el templo no es una catedral en la que se acoge al obispo titular. Además, la celebración coincide con el inicio de las celebraciones por el 50 aniversario de la apertura del seminario.



Este traslado a la cripta de la iglesia del Inmaculado Corazón de María se produce tras el acuerdo, en 2018, del Capítulo General de la fraternidad, que espera dotar un mejor acceso para que los visitantes puedan “honrar” al obispo excomulgado en 1988 que rechaza el Vaticano II. Para Christian Thouvenot, secretario general de la fraternidad, el templo “es un lugar más digno para un obispo”, aunque para los expertos la tradición marca que el obispo titular es el que se entierra en su catedral y “la iglesia de Ecône no es una catedral”, según destaca Martin Klöckener, profesor de ciencias litúrgicas de la Universidad de Friburgo en declaraciones a cath.ch.

¿Una alternativa a una canonización imposible?

Aunque, destaca Klöckener, el traslado de los restos puede dejar imágenes ambiguas de veneración entre los lefebvrianos. “No se puede hablar de la adoración de los santos, por supuesto, porque el fundador de la Fraternidad Sacerdotal de San Pío X no es un santo de la Iglesia, ni siquiera entre los cismáticos. Pero no es un secreto que es venerado como un santo por sus discípulos”, destaca.

Y es que en el recuerdo estás las imágenes del funeral en 1991, cuando el abad alemán Franz Schmidberger había pedido la beatificación del prelado que fue el primer arzobispo de Dakar, en Senegal, y superior general de los espiritanos. Para la teóloga Eva-Maria Faber, profesora de dogmática y teología fundamental en Chur, esta reinhumación es como una alternativa “a la declaración formal de una persona como beata o santa”, mecanismo del que carece la fraternidad.

Se espera una gran cantidad de simpatizantes de los tradicionalistas este 24 de septiembre en la población suiza. Para Faber, los lefebvrianos quieren, con esta acción, “más bien, valorar la persona del obispo cismático y consolidar el cisma en lugar de provocar un acercamiento progresivo, para lo cual ha habido varios intentos en los últimos años”.

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