El arzobispo de Cali y organizaciones eclesiales consternados ante masacre de 5 menores en el barrio Llano Verde

La muerte de 5 menores, entre 14 y 16 años, en el barrio Llano Verde, en el oriente de Cali, capital del departamento Valle del Cauca, tiene consternada a toda Colombia. De hecho, en la tarde del jueves, 13 de agosto, en una estación de policía, cercana al lugar del velorio de los jóvenes, se registró una explosión por una granada que dejó a 15 personas heridas. Las autoridades siguen tras la pista de los responsables.



Por ello Darío Monsalve, arzobispo de Cali, ha condenado estos hechos que calificó de “genocidio generacional que desprecia y desecha la vida de nuestros adolescentes y jóvenes pobres, condenándolos al exterminio”.

Solidaridad con las familias

El prelado ha informado que dos de las víctimas “eran alumnos del colegio que está bajo nuestra responsabilidad institucional de Iglesia Católica. Muy hondo dolor nos causan y muy firme solidaridad les expresamos a las familias golpeadas”.

Además ha señalado que junto al director de la institución realizará “un acto de unidad, de oración y de esperanza el sábado al atardecer”, porque en “Cali y Colombia no pueden dejar que avance este genocidio generacional urbano, bajo ninguna justificación”, por tanto “creemos en nuestros adolescentes y jóvenes, golpeados por la pobreza y reventados en su alegría y sociabilidad por el confinamiento”.

Seguiremos uniendo los esfuerzos de toda la sociedad para sacar de la cotidianidad las armas, las violencias, junto con los odios y las codicias de riqueza y de poderes perversos, que se vuelven cizaña sofocante de la buena y sana convivencia que todos debemos construir”, acotó.

No cruzarse de brazos

Desde la Comisión Justicia, Paz e integración de la Creación (JPIC) de la Conferencia de Religiosos de Colombia (CRC), junto a organizaciones sociales de esta capital y Comunidades Eclesiales de Base (CEB), han expresado su dolor y rechazo “por la situación nefasta que vive nuestro país, que no logra salir de tantas violencias contra los marginados, los excluidos”.

“Nos sumamos a las voces y los brazos que se alzan contra la incalificable tortura y masacre cometida el pasado 11 de agosto contra los cinco niños en Llano Verde, pertenecientes a un proceso cultural de danza urbana y cuyas edades oscilaban entre los 14 y 16 años”, han dicho.

Desde estas organizaciones levantan sus voces para exigir a la sociedad “no cruzarse de brazos, a no acostumbrarse a ver cómo matan a las lideresas y líderes sociales, étnicos y populares, a movilizarse para exigir protección a la vida y demás derechos fundamentales”.

Foto: El Tiempo

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