El CELAM recuerda el 65º aniversario de la Conferencia de Río

Una vez finalizado el 36º Congreso Eucarístico Internacional que se celebró en Río de Janeiro, entre el 19 y el 24 de julio de 1955, 96 obispos de América Latina –provenientes de 92 provincias eclesiásticas– se reunieron en las instalaciones de la calle Laranjeiras, en la capital carioca, para celebrar la I Conferencia General del Episcopado Latinoamericano.



65º aniversario

Vocaciones y formación del clero secular fue el tema que ocupó a los obispos de ese tiempo” durante 11 días (del 25 de julio al 4 de agosto), ha recordado el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) en una nota conmemorativa de la efeméride, al cumplirse el 65º aniversario de la Conferencia de Río.

Las sesiones fueron presididas por el cardenal Adeodato Giovanni Piazza, de la Santa Sede, y contaron con la participación de algunos observadores de Estados Unidos, España y Portugal. También estuvo presente Antonio Samoré, quien fuera nuncio apostólico en Colombia y, posteriormente, creado cardenal y nombrado presidente de la Pontificia Comisión para América Latina (CAL).

Más de 50 ponentes intervinieron en aquellos días  –entre ellos, algunos emblemáticos pastores del continente como Hélder Câmara, de Brasil, y Manuel Larraín, de Chile– para abordar diversas temáticas sobre la situación de la Iglesia en América Latina y algunas cuestiones que urgían una renovada acción pastoral: la escasez de “fuerzas apostólicas”, la formación del clero secular, la cooperación entre vida religiosa y clero secular, el apostolado de los laicos, el uso de los medios de comunicación, las misiones en territorios indígenas y afro, los inmigrantes y la “gente del mar”, fueron algunos de ellos.

Preocupación por las realidades de los más pobres

“Ya desde esta primera Conferencia, los obispos describían el panorama social de nuestro pueblo latinoamericano y advertían que, no obstante el cúmulo de bienes que la Providencia había depositado en él, no todos disfrutaban de tan rico tesoro y muchos de sus habitantes vivían en una situación angustiosa“, asegura en su comunicado la presidencia del CELAM, en cabeza del arzobispo de Trujillo, Miguel Cabrejos Vidarte, quien es su actual presidente.

Con todo, una de las conclusiones más trascendentales se dio cuando la Conferencia General del Episcopado Latinoamericano aprobó por unanimidad “pedir a la Santa Sede Apostólica la creación de un Consejo Episcopal Latinoamericano” con un triple propósito: “estudiar los asuntos que interesan a la Iglesia en América Latina y coordinar sus actividades; promover y ayudar obras católicas; y preparar nuevas Conferencias del Episcopado Latinoamericano cuando fueren convocadas por la Santa Sede”.

La respuesta por parte de la Santa Sede no se hizo esperar: “su Santidad se ha dignado acoger con benevolencia la petición formulada por la Conferencia General, para formar un Consejo Episcopal Latinoamericano”, se lee en una misiva del 24 de septiembre. El 2 de noviembre de 1955 Pío XII aprobó su creación.

Memoria agradecida

El CELAM, por su parte, ha recordado con gratitud este acto fundacional: “desde el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño, damos gracias a Dios por el 65º aniversario de esta Conferencia convocada por el papa Pío XII, y donde se decidió solicitar a Su Santidad, la creación del Consejo Episcopal Latinoamericano”.

“El CELAM, desde este acento fundacional, a lo largo de su existencia ha favorecido procesos de evangelización y servicio eclesial” en comunión con el obispo de Roma. Durante estos 65 años los Pontífices desde Pío XII hasta Francisco “han dejado sentir su cercanía y su palabra orientadora” en todos los países del continente latinoamericano.

Foto: CELAM.

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