Parolin defiende en España la autoridad de Francisco: “El carisma de verdad está encarnado en el Papa”

El cardenal Pietro Parolin ha hecho una defensa cerrada del papa Francisco en su viaje exprés a España. Así al menos lo expresó  esta mañana en Toledo, durante la ordenación episcopal de Luis Miguel Muñoz, nuevo nuncio en Sudán y Eritrea.



“Las Iglesias particulares, para avanzar en plena armonía, necesitan apoyarse en el seguro carisma de verdad encarnado en la persona del Sucesor del Bienaventurado Apóstol Pedro”, expresó durante una homilía en la que advirtió que “la custodia de la unidad no significa promoción de la uniformidad”.

Esta apuesta por una Iglesia plural dentro de “un único credo y un único cuerpo” la reforzó Parolin al asegurar que “el Espíritu moldea con su acción multiforme”.

Visita relámpago

El secretario de Estado de la Santa Sede ha viajado a nuestro país en una visita relámpago para presidir esta eucaristía, después de que el Papa tomara la decisión de que los nuevos embajadores vaticanos fueran ordenados en sus diócesis de origen por la pandemia del coronavirus.

“Jesús nos enseña a desprendernos de los programas de la gloria humana”, señaló durante la misa en la catedral primada de España que coincide con la festividad de Santiago Apóstol.

De ahí que, durante la homilía, el ‘primer ministro’ vaticano valorara que “España ha reconocido la gloria del testimonio dado por Santiago y está orgullosa de tenerlo por patrono”.

Con los más pobres

Parolin se centró en la misión del nuevo embajador, que pondrá rumbo en breve a dos de los países más pobres de África: “La tarea del nuncio es una obra de construcción de la paz y de la armonía en la Iglesia y entre las naciones”.

Con esta premisa de ser garante de la unidad frente al “ruido incomprensible y discordante”, dibujó cuáles deben ser las prioridades del nuncio del siglo XXI: “La dignidad de toda persona desde su concepción hasta su muerte natural, a la promoción de los más pobres y abandonados, al fomento de la paz entre las naciones y el respeto de la libertad religiosa, así como también en lo que respecta a la preservación del medio ambiente y el desarrollo de una economía equitativa e inclusiva”.

Amar y servir

“Amar y servir, testimoniar y rezar”, presentó como los verbos a conjugar por todo obispo, un ministerio que el secretario de Estado presentó “no como un honor, sino como servicio”.

Parolin viajó acompañado del arzobispo Paul Richard Gallagher, secretario para las Relaciones con los Estados dentro de la Secretaría de Estado de la Santa Sede. Gallagher actuó de consagrante junto al arzobispo de Toledo, Francisco Cerro. Además, concelebraron, entre una docena de arzobispos y obispos, el nuncio Bernardito Auza, y los cardenales Juan José Omella, Carlos Osoro y Antonio María Rouco Varela.

Pasado y futuro

Durante su alocución inicial, el primado de España apuntó que la archidiócesis de Toledo, más allá de la singularidad del rito mozárabe,  no es solo pasado cargado de historia sino que está cargada de frutos pastorales con un numeroso clero joven, vida consagrada, con un gran compromiso misionero”.

Al finalizar la eucaristía, Luis Miguel Muñoz, tomó la palabra para subrayar su compromiso “con la Iglesia universal y las Iglesias locales”. El nuevo obispo confesó sentirse “perplejo” cuando supo su destino y dijo sentir ya “cariño por las gentes” de los pueblos de Sudán y Eritrea. El nuncio, antiguo alumno de los escolapios de Getafe, no pudo evitar las lágrimas al recordar a su madre fallecida. 

Entre los asistentes en la catedral, también figuraban el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, así como la alcaldesa toledana, Milagros Tolón.

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