Los obispos de Colombia trazan nuevos horizontes de su acción pastoral en el primer día de Asamblea

Los obispos de Colombia han iniciado su 110ª Asamblea Plenaria en una inédita versión en línea para analizar la realidad actual del país en clave de esperanza, frente a la emergencia del coronavirus que va ganando terreno pese a las medidas de distanciamiento social, por ello Elkin Álvarez, secretario general del episcopado y obispo auxiliar de Medellín, ha expresado que “si queremos que el mundo sea mejor tenemos que comprometernos todos”.



Además el prelado ha dicho que en esta ocasión han asumido una metodología distinta, que consiste en la realización de conferencias y talleres virtuales como “una especie de progresión de acuerdo con la realidad que se está viviendo en las regiones” para “recoger la realidad del país y entender los grandes desafíos que tiene la misión de la iglesia en este momento”.

Entre los grandes temas en agenda –según ha comentado– se encuentran la familia, la educación, la economía en sus distintas variantes y  la construcción de paz además de anunciar “la buena nueva de Cristo resucitado” en un contexto donde el mundo y el país necesitan de esperanza.

Un nuevo horizonte

Durante el discurso inaugural, Oscar Urbina, presidente de los obispos colombianos y arzobispo de Villavicencio, ha destacado que esta Asamblea “nos plantea un nuevo horizonte para el camino” y “cierra las dos primeras décadas del tercer milenio” durante las cuales “nos han acompañado tres Sumos Pontífices, el último de los cuales, el querido Papa Francisco nos ha animado y fortalecido con su presencia pastoral y su palabra”.

Asimismo el prelado ha pedido que durante esta cuarentena se analice la importancia de “rescatar el valor del corazón, que no sólo es la sede de los sentimientos, sino, ante todo, el lugar profundo en el que la persona toma conciencia de sí misma”.

“El tiempo que vivimos es el terreno donde acontece la obra buena de Dios en nosotros” por tanto “lo que estamos atravesando, no es una fatalidad irreversible, sino una posibilidad de convertirse en momento de cambio”, acotó.

La Nueva Evangelización

Urbina ha expresado que “este es un momento donde aflora la verdad de lo que hemos recorrido y construido en fraternidad Episcopal” ante “las preocupaciones y sufrimientos que cada uno de ustedes lleva en el corazón”, porque “no podemos encontrarnos, ni celebrar los Santos Misterios”. Una situación que ha afectado a presbíteros, diáconos, seminaristas, consagrados, sus colaboradores en las obras de sus iglesias y las familias.

“El trabajo que hemos hecho en las Provincias, en las Comisiones a las que cada uno pertenece, los aportes que recibiremos y el trabajo que debemos proyectar para los próximos años, nos manifiesta que nuestro servicio a Nueva Evangelización dará razones para esperar, incluso a los que ya no esperan y no descansará mientras en Colombia haya personas que necesiten esperanza”, agregó.

Foto: CEC

Noticias relacionadas
Compartir