La Arquidiócesis de La Serena, en Chile, cumple 180 años

El miércoles 1° de julio la arquidiócesis de La Serena, en el centro norte de Chile, celebró 180 años de su creación como diócesis, la que fue elevada a arquidiócesis en mayo de 1939.



En un texto difundido por los medios de comunicación arquidiocesanos, su actual arzobispo, René Rebolledo, dice que “es preciso, ante todo, elevar nuestro agradecimiento al Señor Dios, Uno y Trino, porque como canta el Salmista: El Señor ha estado grande con nosotros. ¡Estamos alegres! (Sal 126 (125)3)!”. “A lo largo de estos años, agrega, se han creado parroquias y consolidado numerosas comunidades. En el espíritu del Concilio Vaticano II, han llegado movimientos apostólicos y nuevas comunidades a la zona. De las tareas más significativas y promisorias resalta la formación de centenares de laicos comprometidos en las diversas áreas de la pastoral. Ingente ha sido el esfuerzo por dar vida a las comunidades eclesiales de base y agrupaciones laicales”.

Bailes religiosos

Una experiencia pastoral extendida en el norte chileno son los bailes religiosos que han tenido creciente incorporación en la vida eclesial, en las últimas décadas. Respecto de ellos, Rebolledo destaca “la cercanía de los pastores a los bailes religiosos, manifestándoles acogida y brindándoles espacios de efectiva participación en las fiestas religiosas de carácter arquidiocesano y parroquial. La buena relación con los Caciques de diversas épocas, como también con los Consejos Cacicales, ha dado hermosos frutos, que se expresan en el gran número de bailes que se han creado, como igualmente en el incremento sustancial de sus miembros, particularmente en los últimos años con la integración, cada vez más numerosa, de los jóvenes”.

La arquidiócesis tiene casi 700 mil habitantes atendidos en 33 parroquias organizadas en 4 vicarías pastorales; con 31 sacerdotes diocesanos y 57 diáconos permanentes. Colaboran en ella 9 comunidades religiosas masculinas y 20 femeninas.

Su actual arzobispo

René Rebolledo, nació en La Araucanía en 1958. Estudió en el Seminario Mayor “San Fidel”, en su diócesis, del cual sería su Rector años más tarde. Ordenado sacerdote en 1984, estudió Teología en Italia donde obtuvo el Doctorado. Consagrado obispo en 2004 fue destinado a la diócesis de Osorno, hasta diciembre del 2013 que el Papa Francisco le trasladó a la arquidiócesis de La Serena.

Ha sido parte de la Comisión Pastoral del Episcopado y su Comité Permanente y, entre 1994 y 2000, fue presidente de la Organización de Seminarios Chilenos (OSCHI) y también integró la directiva de la Organización Latinoamericana de Seminarios (OSLAM).

Esta arquidiócesis tuvo el Seminario Mayor “Santo Cura de Ars”, fundado en febrero de 1843, que estuvo cerrado varios años y fue reabierto en 1981. En este saludo de conmemoración, el arzobispo anunció la celebración de los 39 años de reapertura de este Seminario, agregando que “son numerosos los sacerdotes que se han formado en este centro, provenientes especialmente de las circunscripciones eclesiásticas del norte chico y grande”.

Concluye su saludo convocando “a todos a sumarnos corresponsablemente a fin de que podamos edificar, como nos señala el Santo Padre Francisco en su Carta Al Pueblo de Dios que peregrina en Chile: una Iglesia más sinodal, profética y esperanzadora, que tenga a Cristo como centro. Es nuestro anhelo, seguramente compartido por los fieles”.

“La Iglesia está con ellos”

Este aniversario ha sido marcado por la pandemia y encuentra a la iglesia de La Serena abocada a organizar la solidaridad dirigida a los sectores más pobres y a inmigrantes, a través de la campaña “Nadie se salva solo”, iniciativa que entrega cajas de alimentos y enseres para las familias.

“Es una ayuda muy bien recibida porque en nuestro sector hay muchas familias que lo están necesitando, por lo que desde luego agradecemos a quienes han aportado para que esto sea una realidad”, dijo Francisco Meza, Administrador Parroquial en el sector oriente de Coquimbo.

En tanto, Junior Daza, Responsable de la Oficina Arquidiocesana de Atención a Migrantes, expresó que “muchos hermanos que han venido desde otros países buscando una oportunidad de vida lo están pasando mal, debido a que por la pandemia se quedaron sin su fuente laboral. Otros han perdido su vivienda por no poder pagar el alquiler y se han visto complicados a la hora de comprar alimentos. Estas Cajas Solidarias son una forma de estar presentes y que sientan que la Iglesia está con ellos en la adversidad”.

Sin celebración, la comunidad eclesial de La Serena está activa en la solidaridad.

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