La Pastoral Obrera de Cataluña achaca el cierre de Nissan al “capitalismo sin entrañas”

El Secretariado Interdiocesano de Delegaciones de Pastoral Obrera de Cataluña ha emitido un comunicado ante el anuncio del cierre de las fábricas de Nissan en la región, “que deja en la calle a 4.000 trabajadoras y trabajadores directos y afecta gravísimamente a 21.000 indirectos”.



En su escrito, estos “movimientos y colectivos de trabajadoras y trabajadores cristianos” expresan “nuestra indignación y rechazo a este cierre, fruto de la especulación y la manipulación que hacen estas empresas multinacionales, que están potenciando este capitalismo sin entrañas, con el único objetivo de su ganancia y beneficio al precio que sea, sin tener en cuenta el bien social, los trabajadores y trabajadoras ni sus familias”.

Debilidad de las autoridades

A su vez, dirigen su crítica a las autoridades nacionales y autonómicas, que han mostrado su “debilidad” y “no han luchado todo lo necesario junto a los trabajadores y las trabajadoras para encontrar una alternativa a esta agresión del capital en el mundo del trabajo de nuestro país”.

La Pastoral Obrera de Cataluña recupera el mensaje del papa Francisco para este último Primero de Mayo, Día del Trabajador: “Toda injusticia que se comete contra una persona que trabaja es una agresión a la dignidad humana, incluso a la dignidad del que comete la injusticia: se baja el nivel y termina en la tensión de dictador-esclavo. En cambio, la vocación que Dios nos da es muy hermosa: crear, re-crear, trabajar. Pero esto solo puede hacerse cuando las condiciones son justas y se respeta la dignidad de la persona”.

La cruz de Jorge Pérez

El comunicado baja a lo concreto y comparte el testimonio de Jorge Pérez, militante de la Acción Católica Obrera que va a perder su empleo con el cierre de Nissan: “Siempre creímos sus mentiras, aceptamos los sacrificios que nos pidieron y su pago fueron 30 monedas de plata”. Con el “alma caída al suelo”, Pérez acude a su fe y se agarra a ella con todas sus fuerzas: “¡¡¡Cuánto pesa mi cruz!!! Y me acordé de ti, en el Gólgota. Llevabas no una cruz; llevabas todas nuestras cruces. (…) Señor, quiero lo que ú quieras; cojo mi cruz y te sigo. (…) Para nosotros, los cristianos obreros, la vida no es para sentarse y esperar a que Dios nos solucione todo el problema con milagros, sino empezar a hacerlos ya nosotros… Luchando”.

“Creemos –cierra el comunicado– que sus palabras reflejan la realidad que están viviendo estos miles de compañeras y compañeros nuestros: el dolor, el sufrimiento, la frustración y la indignación por el trato recibido, de parte de la empresa, con sus directivos y accionistas. A la vez que expresa su fe en Jesucristo y la fuerza que da el sentirse amado por Él”.

También es muy crítica la situación de la empresa internacional Alcoa, en Galicia, dedicada al aluminio, planteándose también su cierre. Ante ello, la delegación alicantina de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) ha elevado su indignación: “Nissan quiere despedir a más de 3.000 trabajadores en Barcelona y otros 500 de Alcoa. Los puestos de trabajo que se van a perder ascienden a más de 20.000. ¿Qué va ser de estas familias? Los intereses económicos se han de poner al servicio de las personas“.

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