Carmen Lomana: “Di gracias a Dios nada más salir de casa”

Carmen Lomana

Siete años han tenido que pasar para que Carmen Lomana se haya decidido a volver a escribir. El resultado: ‘Cuestión de actitud’ (Ed. Martínez Roca), su obra más personal, sincera y políticamente incorrecta. La empresaria aconseja, desde su experiencia, a mujeres –en general–, pero también a hombres, que exploren y cuiden su higiene, que se quieran por encima de todo, y que dejen de demonizar la siempre espinosa cuestión de la edad.



PREGUNTA.- Su libro, ‘Cuestión de actitud’, se quedó a las puertas de promoción por culpa del COVID-19…

RESPUESTA.- Es un libro que me ha impresionado, leído en perspectiva. Cuando lo escribes vas agobiada, lo entregas, y no lo relees. Ahora que he podido hacerlo, desde la distancia, me parece escrito para estos momentos que estamos viviendo. La prueba es que se está vendiendo muchísimo –dentro de lo que se están vendiendo los libros– y lo celebro. Espero que la gente lo disfrute.

P.- ¿Necesitamos ese mensaje de positividad?

R.- Sí, nos va a costar recuperarnos económicamente, pero si nos abstraemos de la economía y del montón de fallecidos –que es un dolor que nos va a costar superar–, nos daremos cuenta de que muchas cosas pasaban por volver a lo esencial. Parar. Nos hemos encerrado y ha bajado la contaminación, los ríos están más limpios y le hemos dado un descanso a la naturaleza. Esa ha sido una de las mayores lecciones que nos ha dado la vida para comprender lo depredadores que somos los seres humanos.

P.- Dice que ser feliz es una cuestión de querer serlo, ¿de verdad lo piensa?

R.- Absolutamente. Ser feliz es una cuestión de voluntad, como querer ser un desdichado. Hay gente que se queja de todo, todo el día, y todo lo ve negro… eso te conduce a la depresión y la soledad. Es un círculo vicioso: si no aportas cosas positivas, te conviertes en alguien poco apetecible. La vida merece la pena, siempre. Luchar y enfrentarte a ella, porque siempre va a haber un camino que, aun en lo más oscuro, podemos encontrar la luz si queremos verla. (…)

P.- ¿Qué es lo primero que piensa hacer cuando pase la pandemia?

R.- Lo que estoy haciendo: caminar. Pero deseo volver a trabajar –aunque ya lo he empezado a hacer–. También quiero tocar, abrazar a mi hermana y a mis sobrinos.

P.- Sé que es creyente, ¿por quién reza estos días?

R.- Por todos los que se están muriendo, por que no enfermaran los míos, para que no falleciera un alma más… Lo primero que hice al salir fue dar gracias a Dios en San Fermín de los Navarros.

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