El arzobispo de París, Michel Aupetit, ha recordado hoy, 15 de abril, el incendio que, hace un año, detenía al mundo entero ante las imágenes de la catedral de Notre Dame envuelta en llamas. “Nuestra querida catedral, testigo de tantos acontecimientos importantes de nuestro país, fue destruida por un incendio aterrador, después de resistirse tanto tiempo a las peripecias de la historia”, escribía el prelado en Facebook.
Un año después, “Francia llora y, con ella, sus amigos de todo el mundo”, subraya el arzobispo. Y es que Francia quedó “afectada en su corazón” porque las piedras de Notre Dame “son el testimonio de una esperanza invencible que, por el talento, el valor, el genio y la fe de sus constructores, ha creado esta obra luminosa de piedras, madera y vidrio”. “Esta fe”, continúa Aupetit, “sigue siendo nuestra. Ella es la que mueve las montañas y nos permitirá reconstruir esta obra maestra”.
A las 20:00 horas de hoy, la campana principal del templo, Emmanuelle, sonará en recuerdo de lo sucedido. Un sonido que recordará, además, la situación tan distinta que vive el mundo en comparación a hace un año. Y es que gran parte de la humanidad se ha detenido nuevamente, esta vez durante semanas, para intentar frenar la propagación del Covid-19. De hecho, la crisis del coronavirus ha detenido las celebraciones pensadas para alentar a la recaudación de fondos para la reconstrucción del templo.
Macron se compromete a cumplir con el plazo de reconstrucción
Por su parte, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, se ha reafirmado hoy en su compromiso de reconstruir la catedral en un plazo de 5 años. “Reconstruiremos Notre Dame en cinco años. Lo prometí. Haremos todo lo posible para mantener ese plazo. Las obras están en suspenso por la crisis sanitaria, pero se relanzarán en cuando sea posible”, afirmaba hoy Macron en su mensaje publicado en su cuenta de Twitter.
“Si la restauración de Notre Dame nos importa a todos es porque es símbolo de la resiliencia de nuestro pueblo, de su capacidad para superar los desafíos y volver a ponerse en pie”, continuaba el presidente. Una capacidad de superación y resiliencia que se ha convertido, sin duda, en un bien muy preciado en plena crisis del coronavirus,
