En los últimos días, toda Europa tiene los ojos puestos en Italia y en las consecuencias que la propagación del coronavirus está teniendo en el país. Comercios cerrados, ciudades aisladas, cientos de fallecidos y familias enteras recluidas en sus casas, han llevado a la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) a promover un rosario en común en todo el país para promover el apoyo y el calor de la fe entre los italianos.
“En este momento de emergencia médica, la Iglesia italiana promueve un momento de oración por todo el país, invitando a cada familia, a cada fiel y a cada comunidad religiosa a recitar el rosario (Misterios de la luz) en casa”, dice la CEI en un comunicado.
La oración tendrá lugar el próximo jueves 19 de marzo, festividad de san José, “custodio de la Sagrada Familia”. Asimismo, han animado a las familias a “exhibir en las ventanas de las casas una pequeña tela blanca o una vela encendida”. Por su parte, el canal italiano TV2000 ofrecerá la oportunidad de compartir la oración en tiempo real.
“La Iglesia sigue presente”
“Vivimos en una situación muy grave en el plano sanitario –con hospitales superpoblados y profesionales de la salud expuestos en primera línea– así como económicamente, con enormes consecuencias para las familias de todo el país, aún más para aquellos que ya están en dificultades o en el límite de la subsistencia”, afirma la presidencia de la CEI.
Asimismo, los obispos italianos han querido recalcar que “la Iglesia está ahí, presente” en sus “pastores, obispos y sacerdotes”, quienes comparten “las preocupaciones y sufrimientos de toda la población”, de lo cual este rosario para el día de San José “es solo un ejemplo de una oración constante”. Además, han señalado cómo sigue presente en Cáritas y otros organismos que promueven la caridad con los más desfavorecidos.
“Es con este aspecto de confianza, esperanza y caridad que pretendemos enfrentar este periodo”, afirman, conscientes de que “parte de esto es también compartir las limitaciones a las que está sujeto cada ciudadano”. En particular, se le pide a cada uno que “preste la máxima atención, porque su imprudencia al observar las medidas de salud podría dañar a otras personas”. Por este motivo, la decisión de cerrar las iglesias es “una expresión de esta responsabilidad”.
Así, la CEI ha subrayado que esta determinación no ha llegado porque “el Estado lo requiera, sino por un sentido de pertenencia a la familia humana, expuesto a un virus cuya naturaleza y propagación aún no conocemos”. Por ello, recuerdan que los sacerdotes “siguen acercándose diariamente a la gente”, sobre todo a los enfermos y necesitados.
