El Movimiento Rural Cristiano de Acción Católica ha hecho un llamamiento para proteger la España vaciada “con sus valores, sus potencialidades y sus futuros”. Está ha sido una de las principales conclusiones de la LII Asamblea General que ha reunido este fin de semana a representantes de esta realidad eclesial procedentes de una quincena de diócesis españolas en la casa de oración de Santa María de los Negrales, en la localidad madrileña de Guadarrama.
Bajo el lema “Los laicos, evangelizadores del mundo rural según Francisco”, el sacerdote José Moreno Losada ha acompañado al movimiento en este encuentro con el que se han comprometido a ser “una Iglesia en salida que nos manchamos con los problemas del mundo, especialmente de los más pobres y marginados de nuestros pueblos, con olor a oveja y estiércol, pero con el tesón y constancia de las cosas pequeñas”.
Poner primero al hombre
A través de un comunicado de prensa, la entidad reconoce que apostar por el mundo rural implica adentrarse en unas tareas “insignificantes para nuestra sociedad, pero con la importancia de poner primero al hombre, hecho a imagen y semejanza de Dios”.
Desde ahí, el Movimiento Rural Cristiano plantea “animar, aunar, clarificar y potenciar la unión de nuestros pueblos, llenos de vida, no siempre reconocidas dentro de la sociedad y compartir los valores que han hecho del mundo rural un pueblo vivo”.
Olvido, indiferencia y dolor
“Están convencidos de las riquezas de lo rural, que tanto pueden sanar al mundo de hoy y servir de referente para la Iglesia y su modo de ser y de hacer”, explica Moreno Losada después de compartir con ellos esta Asamblea General. Precisamente, en este contexto, el sacerdote y profesor universitario hizo un llamamiento para cuidar “la España vaciada, que tanto olvido, indiferencia y dolor ha sufrido en el contexto de una sociedad urbanizada y tecnificada”.
“Los militantes del movimiento rural son razón para que la iglesia siga creyendo, soñando y esperando, ahora es tiempo de salvación y ellos son profetas que lo gritan, desde su resistencia e ilusión”, valora Moreno Losada, que no oculta un deseo tras este fin de semana de trabajo: “Lo que hubiera dado yo porque nuestros obispos y los sacerdotes pudieran haber compartido esta experiencia, para ver en concreto la praxis de todo lo que hemos traído entre manos en el reciente Congreso Nacional de Laicos, en estos sencillos apóstoles, estas mujeres y hombres de pueblo”.
