Carmen Calvo: “La negociación con la Iglesia católica ha sido interesante”

  • La vicepresidenta del Gobierno valora la relación con la Santa Sede y obispos para la exhumación de Franco
  • “Tenemos que hacer la resignificación del Valle de los Caídos”, subraya la política socialista

“Ha sido un trabajo interesante de negociación con la Iglesia católica”. Es el balance que hace la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, de su relación tanto con la Santa Sede como con los obispos españoles a la hora de llevar a cabo la exhumación de Francisco Franco.

Así lo ha expresado en una entrevista que este domingo publica el diario El País, en la que la política socialista utiliza una vez más un tono alejado de beligerancia hacia la comunidad católica.



Además, ahonda en algunas de las prioridades del calendario anunciado en lo que a la memoria histórica se refiere. “Desde luego, tenemos que hacer la resignificación del Valle de los Caídos”, explica Calvo, que en esta nueva etapa en Moncloa ha asumido tanto las competencias de la ahora llamada “Memoria Democrática” como la relación con las confesiones –“con todas”, apostilla en su encuentro con la directora del diario Soledad Gallego y Carlos E. Cué-.

Adecuado a la democracia

“Ahora hay que ver cómo darle un significado adecuado a la democracia a un lugar como el Valle de los Caídos”, insiste la vicepresidenta en la entrevista. Estas declaraciones vuelven a poner en el primer plano informativo el futuro de la basílica, así como de la comunidad benedictina, presente allí desde 1958, dedicados a orar por la reconciliación, a la Escolanía y a la atención de la hospedería.

Aunque son muchas las hipótesis que se han barajado sobre su estatus, en el acuerdo del Gobierno de coalición no se hacía mención explícita alguna. Tampoco en el programa electoral socialista del pasado noviembre. Tan solo en la hoja de ruta de los comicios general de abril, el PSOE sí apuntaba el deseo de “modificar el régimen legal del Valle de los Caídos, dignificar y homenajear a sus víctimas, explicar el significado del monumento y su construcción”. La creación de un proyecto integral que desembocara en un centro de estudio, análisis e interpretación de la Guerra Civil y la Dictadura está en el horizonte de los socialistas desde hace algunas legislaturas.

¿Cerrar la basílica?

Con esta propuesta, en principio, Moncloa no tendría previsto cerrar la basílica ni desacralizar el lugar, por lo que también se pone en duda que se vaya a borrar del mapa la cruz. Sí podría dar un impulso para trasladar la tumba de José Antonio Primo de Rivera, fundador de la Falange, de su ubicación actual frente al altar hasta uno de los laterales.

El principal empeño del Ejecutivo pasaría por acometer un masivo proceso de exhumación de las más de 33.800 víctimas de la Guerra Civil enterradas allí para, en unos casos, devolver los restos a las familias que lo soliciten, y, en otros, rehabilitar las criptas y columbarios para dignificar este lugar de enterramiento.

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