La primera misa sin Franco en el Valle: acto de desagravio y oración por los caídos “de ambos bandos”

  • El prior benedictino preside la habitual misa de las once de la mañana tras la reapertura hoy de la basílica “para orar a Dios por la paz y la reconciliación”
  • Santiago Cantera reza para que “en adelante permanezca inviolable tu bendición en este lugar” después de las obras acometidas para la exhumación

Eucaristía en el Valle de los Caídos

La normalidad ha vuelto a la basílica del Valle de los Caídos tras su anunciada reapertura. Con un lleno de visitas turísticas, pero también con una significativa afluencia en la habitual misa de once, interrumpida durante más de una semana por los trabajos de exhumación de Francisco Franco. Si diariamente no suelen acudir más de una veintena de fieles, en esta ocasión superaban el centenar.

Tal y como ha podido confirmar Vida Nueva, el prior de la comunidad benedictina, Santiago Cantera, presidió la eucaristía que comenzó con un acto de desagravio por el uso ajeno que se ha llevado a cabo del templo y ante la prohibición de que los religiosos tuvieran acceso y pudieran controlar el templo, dentro de su misión encomendada como custodios del recinto. De la misma manera, esta primera misa tras la reapertura, tal y como expresan fuentes benedictinas, ha buscado ser un momento “para orar a Dios por todos los caídos de ambos lados, por la paz y la reconciliación”.

Rezo previo

“Te pedimos, Señor, que tu misericordia nos preceda y por la intercesión de los mártires que reposan en esta basílica y los santos cuyas reliquias e imágenes aquí se veneran, tu bondad se anticipe a concedernos humildemente lo que te suplicamos” entonó el prior antes de comenzar la misa. A renglón seguido, rezó en voz alta: “Oh, Dios, que con tu presencia providente, en este día especialmente en los lugares donde se venera tu Santo Nombre, escucha benigno y concédenos en adelante permanezca inviolable tu bendición en este lugar y merezcan ser escuchadas las oraciones de tus fieles”.

En este sentido, cabe diferenciar un acto de desagravio como el que ha llevado a cabo el prior de un rito de reparación por una profanación. Tal y como detalla el especialista en exorcismos José Antonio Fortea, “alguien puede preguntarse si el simple robo en una iglesia requiere de un rito de reparación. La respuesta es simple. Si simplemente se produjo un robo, fue un sacrilegio, pero no una profanación. Puede darse un robo sacrílego sin ninguna intención de profanar. En ese caso, bastaría con un acto de desagravio”. Esta última sería, por tanto, la vía de reparación elegida por el prior Cantera.

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