El presidente de la República, Alberto Fernández, informó –a su llegada a Roma– que firmó los pliegos para que la diplomática, María Fernanda Silva, sea la titular de la Embajada ante la Santa Sede. Se esperará ahora, el plácet de la nunciatura apostólica, para esta designación.
Se especulaba que, este viernes 31, durante la visita de Fernández al papa Francisco, se hablaría del tema, aún sin estar previsto en la agenda. Esta confirmación llega después del fallido trascendido sobre la designación de Luis Bellando, que –según algunos medios– habría recibido objeciones del propio Vaticano, lo cual fue desmentido.
Los antecedentes
María Fernanda Silva es una profesional de carrera, que estuvo en varias oportunidades, acompañando a otros embajadores en el servicio exterior del país. Fue parte de la comitiva argentina en la embajada de Venezuela, en la gestión de Alicia Castro, durante el año 2006-2011. También fue ministra en la embajada de Ecuador, lugar desde el cual cumplió funciones ante la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR). Durante los años 2014 y 2015, secundó a Eduardo Valdés, en la Embajada Argentina ante la Santa Sede.
Quién es María Fernanda Silva
De padre argentino y madre nacida en Cabo Verde, María Fernanda hace 30 años que se desempeña en la carrera diplomática. Estuvo casada y tuvo una hija, pero ese matrimonio obtuvo la nulidad canónica, ya que quien fuera su esposo, decidió consagrarse como sacerdote. Para el derecho canónico, ella es una mujer soltera.
Según distintas versiones periodísticas, el entonces cardenal Bergoglio, siguió de cerca este proceso de nulidad, con lo que se descuenta el conocimiento personal entre ambos. Fuentes oficiales confirmaron que Silva tiene un perfil muy acorde al ministerio papal, con sensibilidad hacia lo social y defensora de los derechos de los migrantes.
