Francisco se despide de Tailandia ‘perdiendo’ el tiempo con los jóvenes

El papa Francisco, en su misa con los jóvenes en Tailandia

Es muy significativo que la última ceremonia presidida por Francisco en Tailandia haya sido especialmente dedicada a los jóvenes; este es un país con una población de la que el 31 por ciento no ha cumplido aún los 24 años y el 17 por ciento está por debajo de los 14. Varios miles de ellos han seguido la Eucaristía presidida por el Papa en la suntuosa catedral de la Asunción situada en el centro de la capital, Bangkok; no todos han podido entrar en el templo con una capacidad no superior a los 800 puestos, pero muchos más han seguido el rito en los inmediatos alrededores.

Ha sido, por otra parte, una misa participada con absoluto recogimiento por todos los asistentes; el Papa ha recitado la liturgia eucarística en inglés pero las lecturas han sido proclamadas en tailandés y en la lengua nacional han sido rezadas las preces de los fieles. La procesión de ofrendas la ha realizado una veintena de parejas vestidas con exóticos trajes regionales de extrema elegancia. Los cantos procedían todos del repertorio autóctono y han sido ejecutados por un coro al que respondía con absoluta armonía la multitud juvenil.

“Mirar al futuro con confianza”

Francisco comentó el texto evangélico, la parábola de las vírgenes prudentes y las necias cuyas lámparas se apagaron por falta del aceite necesario. “Tenían – dijo– un gran impulso y motivación, querían participar en el llamamiento y convocatoria del Maestro pero con el tiempo se fueron apagando, se les fueron agotando las fuerzas y las ganas y llegaron tarde. Una parábola que nos puede suceder a todos los cristianos”.

“Ustedes –clausuró así sus palabras– son una nueva generación, con nuevas esperanzas, sueños y preguntas, seguramente también con algunas dudas, pero les invito a mantener viva la alegría y a no tener miedo de mirar el futuro con confianza”.

Ha finalizado así la agotadora estancia del Santo Padre en Tailandia. Mañana (a las tres y media de la madrugada hora española) abandonamos Tailandia y, con un vuelo de seis horas, aterrizaremos en el aeropuerto de Tokyo para iniciar tres días de visita al Japón, país que acaba de inaugurar una nueva etapa de su imperial pasado milenario titulada ‘reiwa’, que significa “orden y armonía”.

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