Sant’Egidio quiere dar esperanza ante la violencia e incertidumbre que vive México

  • El 27 de octubre la comunidad realizará su tradicionalEncuentro Religiones y Culturas en Diálogo en Ciudad de México
  • La comunidad internacional de laicos considera que ante tanto mal que se propaga en México, ningún esfuerzo es en vano

El próximo 27 de octubre la Comunidad de Sant’Egidio realizará su tradicional Encuentro Religiones y Culturas en Diálogo, que desde hace 33 años ha tenido como objetivo la búsqueda del diálogo en todo el mundo, entre las distintas religiones cristianas y no cristianas, a fin de invocar el don de la paz.

La comunidad informó que este tipo de encuentros generan el acercamiento al otro en un ambiente de amistad y solidaridad, pero sobre todo de respeto en las diferencias: “no más uno contra el otro, sino uno con el otro; así, año con año hemos buscado mantener vivo el diálogo como fuente para desencadenar la paz”.

Para este movimiento internacional de laicos, la exhortación al diálogo para construir nuevos caminos de paz, se vuelve necesaria especialmente en México, “donde la violencia difusa y la incertidumbre por el rumbo que tomará el país, han opacado la esperanza de un alba de paz”.

Detalles del encuentro

El encuentro tendrá lugar el domingo 27 de octubre a partir de las 8:30 horas en el Auditorio Cardenal Francisco Javier Nguyen Van Thuan, en la colonia Guadalupe Inn, y consiste en mesas de diálogo para hablar de los caminos necesarios para la paz en la que participarán el sacerdote Alejandro Solalinde, fundador del “Albergue Hermanos en el Camino”, y el obispo de Saltillo, Raúl Vera López.

También se contará con la presencia de la maestra Karen Castillo, representante de la Secretaría de Gobernación, y Norma Romero Velázquez, fundadora del grupo Las Patronas, entre otras personalidades de la vida social, cultural y religiosa.

En las diferentes mesas se reflexionará sobre los caminos posibles y necesarios para alcanzar la paz que tanto se necesita.

“Que el diálogo profundo entre las religiones sea un signo del rechazo radical de la guerra y de la violencia para resolver los conflictos. No podemos permitir que sea la indiferencia la que encause el destino de nuestra sociedad, dejando en el olvido las tragedias del odio al asumir que la injusticia es parte de la vida o, peor aún, al acostumbrarnos al mal y adormecernos frente al grito del otro”, señaló la comunidad.

Ningún esfuerzo es vano

Para esta comunidad, fundada en Roma por Andrea Riccardi a la luz del Concilio Vaticano II, ante tanto mal que se propaga, ningún esfuerzo es vano; “hay que abrir caminos de paz, buscar el diálogo para escuchar con respeto al otro y promover la cooperación en la búsqueda por la paz. Construir la paz no es imposible, sólo requiere resolución y valentía”.

Considera que muchas personas tienen sed de paz, por lo que es necesario que líderes políticos, civiles y religiosos, así como gente de buena voluntad, promuevan, juntos, caminos de paz. “Frente a la irracionalidad de quienes siembran odio, frente al demonio de la guerra y frente a la fuerza engañosa de las armas, es necesario emprender un camino, fincado en la oración, que reúna a las diversas tradiciones religiosas para que la no violencia marque el camino de la vida”.

Finalmente, Sant’Egidio apuntó que en México, frente a tanta violencia, “la resignación no es una respuesta; “es necesario construir, como artesanos, una paz sin fronteras. La paz no es un concepto, es un don preciado que hay que cultivar, mantener y es impostergable. Ésta debe ser el encauce del destino de nuestra sociedad”.

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