Vicario de Puerto Gaitán: “Somos una provincia de la Orinoquía que acaricia al Amazonas”

  • Raúl Alfonso Carrillo confiesa que la tarea de la Iglesia en la zona es ardua, habidas cuentas que es la llamada capital petrolera del país
  • Entrar en diálogo con los pueblos indígenas es una de sus principales misiones, por ello ve en el Sínodo una oportunidad de tener más herramientas para el trabajo pastoral

Con el inicio del Sínodo amazónico son muchas las expectativas surgidas en torno a este evento eclesial, por ello para Raúl Alfonso Carrillo, obispo del Vicariato Apostólico de Puerto Gaitán, en el departamento del Meta – en pleno llano colombiano – “somos una provincia de la Orinoquía que acaricia al Amazonas”. Él es uno de los 15 obispos colombianos que desde hoy, 6 de octubre, estará dando sus aportes en la construcción de una Iglesia con rostro amazónico.

El prelado confiesa a Vida Nueva que la tarea de la Iglesia en la zona es ardua, habidas cuentas que es la llamada capital petrolera del país, por tanto los flujos migratorios pendulares y los problemas de violencia están a la orden del día. “Las petroleras llegan a ejercer su influencia para  cambiar mucho la visión de los habitantes, todo ello ha convertido a nuestro pueblo en un pueblo itinerante, porque llega mucha gente de distintas zonas del país” en busca del sueño del oro negro.

Los sikuani, indios del llano

En medio de este pandemonio de las bajas y altas de la bonanza petrolera, todo este proceso de supuesto desarrollo poco a poco ha hecho mella en los dueños originales de esas tierras llaneras: los sikuani. “Lamentablemente han perdido su cultura e identidad” y “es un pueblo en peligro de extinción”.

Con tres años en Puerto Gaitán ha emprendido un plan pastoral de contexto desde su asamblea en noviembre de 2018, donde ha comprometido a los laicos en la tarea evangelizadora para que “surjan catequistas y líderes desde la doctrina social de la iglesia y escuchar el clamor de los indígenas”, apunta.

En preparación al Sínodo han realizado un encuentro provincial en Inírida – un pueblo amazónico – “allí hicimos una reflexión llevando también la participación de las comunidades”, donde con la dinámica de la explotación petrolera muchos de los indígenas han tenido que convertirse en obreros.

Por más vocaciones

Otro de los aspectos de su plan pastoral es trabajar por las vocaciones en la zona, de tal modo “tengamos sacerdotes que pueden entrar en diálogo continuo con los pueblos indígenas”, porque “abordarlos a ellos es complejo y el Sínodo nos tiene que dar unas herramientas para fortalecer el trabajo pastoral de la zona”.

Cuenta que tiene un sacerdote sukuani, que “se había metido en la política y quiso volver al vicariato, lo rescaté y está en esas tareas. A través de él hacer un trabajo vocacional para que más jóvenes se sientan atraídos por el trabajo en favor de sus propias comunidades”.

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