Omella pide que la Diada de Cataluña esté presidida “por la fraternidad”

  • El cardenal de Barcelona anima a los catalanes a descubrir este ‘Onze de Setembre’ “las cosas que nos unen”
  • “Es necesario que todos pongamos de nuestra parte para hacerlo posible”, señala en su carta pastoral, en alusión a los partidos políticos

cardenal-juan-jose-omella-en-despacho-arzobispal-barcelona-2016

Un año más, Juan José Omella ha dedicado su carta pastoral del domingo previo a su celebración, el 11 de septiembre, a la Diada, la fiesta oficial de Cataluña, en esta ocasión para invitar a todos los catalanes a vivir esa jornada bajo el signo de la fraternidad, algo que no está ocurriendo en los últimos años, marcados por la división política y social a cuenta del llamado procés soberanista.

Así, con el inequívoco título de La Diada de la fraternidad, el cardenal arzobispo de Barcelona recuerda que esta jornada “es una invitación a descubrir todas aquellas cosas que compartimos y que nos unen” y “a crecer en el amor y en el respeto, aceptando las diferencias”.

No hay libertad sin fraternidad

“De hecho –prosigue el purpurado–, como nos ha enseñado la historia reciente, no se pueden vivir la libertad ni la igualdad de todos los seres humanos sin una auténtica fraternidad”, pues “solo una auténtica fraternidad, que parte de reconocer que todos somos hermanos, justifica que todas las personas sean iguales y libres con independencia de sus creencias, manera de pensar, lugar de nacimiento…”.

Por ello, Omella ruega a Dios “que nos conceda el don de vivir como hermanos, como miembros de una misma familia que camina unida hacia el futuro”, y, para ello, asegura que “es necesario que todos pongamos de nuestra parte para hacerlo posible”, en una clara alusión a los partidos políticos.

Un llamamiento a los medios

“En particular –añade en la carta publicada este domingo 8 de septiembre–, hago un llamamiento a los medios de comunicación, a todas las personas que tenéis la noble tarea de comunicar. Os necesitamos, hoy más que nunca. Necesitamos que difundáis todo lo positivo que ocurre en nuestra sociedad, todo lo que nos edifica y que nos hace mejores personas, todo lo que nos une”.

En este sentido, el cardenal glosa a san Juan de la Cruz para recordar que “donde no hay amor, pon amor y encontrarás amor”, porque “la hermandad, si no se vive desde la estimación, es otra cosa: hablamos de hermanos, no de compañeros de camino”, finaliza una carta que será escrutada al detalle por los partidos políticos, soberanistas o no. Otra cosa es que le hagan caso.

Noticias relacionadas
Compartir