La Iglesia española denuncia la pasividad del Gobierno con el Open Arms

  • “Cada vida cuenta, cada ser humano es insustituible y es un proyecto de futuro”, señalan las entidades eclesiales que conforman la red Migrantes con Derechos
  • Cáritas, CONFER, Justicia y Paz, y la Comisión Episcopal de Migraciones hacen una llamada a cumplir los Derechos Humanes y practicar los valores de la Unión Europea

Cáritas, CONFER, Justicia y Paz, y la Comisión Episcopal de Migraciones –como miembros de la red Migrantes con Derechos– han denunciado en un comunicado “la falta de iniciativa de los Gobiernos de España, Italia y Malta para que las personas rescatadas a bordo de los barcos ‘Open Arms’ y ‘Ocean Viking’”. Frente a determinadas retóricas que se han impuesto en los dirigentes políticos y sectores de la población que se oponen a que “puedan ser rescatados y llevados a puerto seguro”.

Fin a la demagogia 

En concreto, las entidades eclesiales españolas acusan al Ministro de Fomento que se ha referido a las entidades que sostienen los barcos de recate como “abanderados humanitarios”, crítica injusta ya que “somos plenamente conscientes de que gracias a la labor de esos abanderados, como son los voluntarios y profesionales de los buques citados y de otras organizaciones, miles de inmigrantes y refugiados pueden ser atendidos, acompañados y reconocidos en su dignidad y derechos”, recalcan.

“Cada vida cuenta, cada ser humano es insustituible y es un proyecto de futuro”, afirma el comunicado. Para las entidades firmantes “es una cuestión de humanidad que ni una sola de esas vidas se trunque. Es también un deber ético de la Unión Europea y sus Estados miembros arbitrar respuestas eficaces y respetuosas con los Derechos Humanos ante estas situaciones”. Ante la ausencia de iniciativa, ver “la falta de respuesta supone un incumplimiento flagrante de los acuerdos internacionales y una gravísima responsabilidad por omisión ante las muertes que se puedan llegar a producir en el presente y en el futuro”.

Por ello, en sintonía con las intervenciones del papa Francisco, instan “a los poderes públicos a arbitrar una solución inmediata a la situación de grave desamparo que se está viviendo en aguas del Mediterráneo y a liderar el coraje político necesario para evitar que tantas personas necesitadas de protección urgente sigan sufriendo”. “En ningún caso la respuesta puede ser rechazar, ignorar, bloquear y penalizar que es lo que está sucediendo”, concluyen.

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