De la Ciudad de México a Gómez Palacio: Jorge Estrada toma posesión de la diócesis

  • El cardenal Norberto Rivera Carrera lo exhortó a no avergonzarse de dar testimonio de Jesucristo y ser firme en su ministerio episcopal
  • El nuevo obispo anunció que iniciará pronto una visita por toda la diócesis para conocer a las comunidades parroquiales y a los institutos que la conforman

La Diócesis de Gómez Palacio, en el estado norteño de Durango, tiene nuevo obispo: Jorge Estrada Solórzano, el tercero en la historia de esa Iglesia particular, y quien durante casi seis años fuera obispo auxiliar de la Arquidiócesis Primada de México.

Este miércoles, Jorge Estrada realizó por la mañana su profesión de fe en la Catedral de Nuestra Señora de Guadalupe, y al mediodía celebró la misa de inicio de ministerio en el Auditorio del Instituto Francés de la Laguna.

La Eucaristía fue presidida por el nuncio apostólico en México, Franco Coppola, y concelebrada por varios obispos del país, entre ellos los cardenales Carlos Aguiar Retes y Norberto Rivera Carrera, arzobispo primado y arzobispo emérito de México, respectivamente.

El obispo no se dobla con el viento

En la homilía, a cargo del cardenal Norberto Rivera, quien este día cumplió 53 años de su ordenación sacerdotal, el arzobispo emérito de México exhortó a Jorge Estrada a no avergonzarse de dar testimonio de Jesucristo y a ser firme en su ministerio episcopal.

“El pastor –le dijo– no debe ser una caña que se dobla según el viento, sino un árbol con raíces profundas, pues sólo así puede mover fácilmente sus hojas cuando llega el viento, y no caerse”.

Rivera Carrera explicó que en la antigua Iglesia, a los sucesores de los apóstoles se les llamaba “ángeles de la Iglesia”, expresión que –dijo– se refiere a que los obispos deben ser hombres de Dios, vivir continuamente orientados hacia Él.

El obispo debe interceder por los hombres ante Dios; y cuanto más lo hace, tanto más comprende a las personas que le han sido encomendadas, y puede convertirse para ellas en un ángel, un mensajero de Dios que les ayuda a encontrarse a sí mismas y a vivir la idea que Dios tiene de ellas”, dijo.

Le recordó a quien fuera su colaborador en la Arquidiócesis de México que en estos tiempos, cuando muchos hombres le dan la espalda a Dios y consideran que la fe es algo del pasado; cuando otros tantos se olvidan de él debido a las presiones en su trabajo o la velocidad con que pasa el tiempo, sigue existiendo un gran anhelo de lo divino, un gran anhelo de Dios.

“Dios te conceda, mi querido Jorge, promover a los laicos de esta tierra que son tan generosos y valientes cuando se deciden a trabajar por el Evangelio. No podemos ser simplemente nosotros quienes enviemos obreros a su mies, que no es una cuestión de gestión o administración, solo Dios llama, escoge y envía, pero quiere hacerlo a través de nosotros”.

Una Iglesia joven

Jorge Estrada, por su parte, en su mensaje al Pueblo de Dios, expresó su agradecimiento a los concelebrantes y a los obispos auxiliares y sacerdotes de la Arquidiócesis de México que lo acompañaron tanto en su trabajo episcopal en la ciudad capital como en la toma de posesión de la diócesis.

Dijo llegar a una diócesis joven –lo que desató una lluvia de aplausos–, y anunció que pronto iniciará un recorrido por toda la diócesis para conocer a las comunidades parroquiales e instituciones con que ésta cuenta; también pidió a los sacerdotes y fieles acompañarlo en la próxima peregrinación diocesana a la Basílica de Guadalupe el 17 de julio.

Estrada Solórzano aseguró que será un obispo cercano al clero y a los fieles: “No tengo intermediarios; la agenda del obispo la maneja el obispo”, apuntó.

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