Cáritas Venezuela: “No estamos de acuerdo con estas elecciones de Maduro”

  • El presidente del Episcopado venezolano y la directora de la entidad reivindican el poder de la Asamblea Nacional y exigen garantías para celebrar los comicios
  • “Nos acusan de hacer política, pero solo aplicamos la Doctrina Social de la Iglesia para defender al pueblo”, defienden en un encuentro con Vida Nueva

La directora de Cáritas Venezuela, Janeth Márquez

Una nueva vuelta de tuerca de Nicolás Maduro. Es la apreciación del presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, José Luis Azuaje, sobre la decisión del presidente bolivariano de convocar elecciones parlamentarias.  “Tenemos un Gobierno que nunca dice la verdad, que con cada decisión busca la manera de cómo quedarse en el poder”, asegura en un encuentro con Vida Nueva, con motivo del  IX Congreso Hispano Latinoamericano y del Caribe sobre Teología de la Caridad.

Para el arzobispo de Maracaibo, “hay dudas en esta convocatoria, a menos que se conforme una plataforma y los mecanismos que reconoce la Constitución para garantizar unas elecciones que sean libres, por ejemplo, adecentar el Consejo Nacional Electoral”. En este sentido, también reclama la creación de un Observatorio Internacional no seleccionado por el Gobierno “para que una voz certera garantice que esos comicios son libres y no un fraude”.

Pueblo engañado

“Se jactan de decir que hemos tenido veinte elecciones, pero, ¿cómo se han desarrollado? ¿quién ha participado realmente? ¿Maduró ganó de forma representativa? El pueblo ha sido engañado muchísimas veces”, se pregunta el también presidente de Cáritas Venezuela.

El arzobispo de Maracaibo, José Luis Azuaje

El arzobispo de Maracaibo, José Luis Azuaje

Esta misma visión la comparte la directora general de Cáritas Venezuela, Janeth Márquez: “El único poder legítimo de nuestro país es el legislativo, que representa la Asamblea Nacional y es precisamente el que hoy Maduro quiere cambiar a través de las elecciones. Sin embargo, el pueblo pide unas elecciones del poder ejecutivo”. Para Márquez, esta nueva convocatoria se trata de “una jugada que pasa por inhabilitar a unos diputados”. “Hoy por hoy, la Asamblea Nacional es el único viso de democracia en el país, por lo que no estamos de acuerdo con esas elecciones”, subraya.

Misión evangelizadora

Precisamente la claridad con la que hablan Azuaje, Márquez y el resto de la Iglesia, ha hecho que el régimen de Maduro les sitúe en el punto de mira. “Nos sitúen como nos sitúen, vamos a seguir trabajando por el pueblo”, explica el prelado, consciente de que “buscan ubicarnos dentro de su ambiente de confrontación, pero ni la Iglesia ni Cáritas busca la confrontación. Dentro de la misión evangelizadora que tenemos, está apostar por la promoción humana y hacer ver al pueblo que es capaz de decidir su futuro. Si nos acusan de que esto es hacer política, es la mejor política que hay: hacer que el pueblo asuma su responsabilidad como sujeto. Es la Doctrina Social de la Iglesia”.

“Cuando el derecho a la vida está violentado en su máxima expresión, las instituciones quiebran hasta la diplomacia. La Iglesia defiende la vida y en Venezuela la vida está quebrantada”, detalla Márquez: “Si eso significa que nos llamen oposición, seremos oposición. Pero estamos llamados a defender la vida de nuestra gente y eso supone hoy tomar postura contra un Gobierno que violenta la vida y entorpecer todo un Estado de derecho que impide que la vida pueda tener hoy un futuro”.

Las mayores urgencias

Pero, ¿cuáles son las urgencias hoy en Venezuela para Cáritas? “Aunque las prioridades que nos hacen sentir son muchas, en este momento tenemos un problema muy grande de medicamentos, además del desabastecimiento de alimentación”, expone Márquez, que denuncia cómo “después de cuatro años de una crisis que se ha estancado, la gente empieza a morirse por un mero problema de hipertensión, por no poder acceder a un tratamiento de quimioterapia o a un tratamiento de riñón. Está muriendo gente por no acceder a medicamentos”.

Frente a ello, subraya los esfuerzos de la ONG de la Iglesia para conseguir estas medicinas “puerta a puerta” a través de amigos, familiares y donaciones, pero “lamentablemente se ha paralizado esta vía por no tener permiso del Gobierno para recibir ayuda del exterior, por la ausencia de vuelos a Estados Unidos, por las sanciones…”.

El reto de sobrevivir

De ahí que la responsable de Cáritas considere que “se nos presenta por delante un año muy difícil”. “El problema de los venezolanos hoy por hoy es sobrevivir, que esconde tras de sí otros problemas de fondo”, alerta.

“El pueblo venezolano está atrapado por la incertidumbre. Por el día puedes tener algo de esperanza, pero en la noche la desesperanza te atrapa y hace que te conviertas en un pueblo enfermo en su alma y en su cuerpo”, advierte Azuaje que apunta el repunte del suicidio en el país: “Estos nos has obligado como Cáritas a pensar en cómo actuar en otros ámbitos que no teníamos contemplados en nuestro servicio”.

Entre ellos, se encuentra dar respuesta a un éxodo que habla de más de 3,7 millones de venezolanos huidos del país. Para el presidente de Cáritas Venezuela, el trabajo es doble: “Ayudar a sobrevivir a los que se quedan y contribuir con las Iglesias de los países del entorno para apoyar a los que se han marchado”.

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