Nuevo ‘mea culpa’ de Blázquez ante los abusos “abominables” de los sacerdotes

  • “¡Que nunca la autoridad ministerial se convierta en nosotros en poder que violenta y abusa de otros!”, clamó el presidente de la Conferencia Episcopal en la Misa Crismal
  • El arzobispo de Valladolid reivindica en su homilía los cuidados paliativos y el acompañamiento frente a la eutanasia

Ricardo Blázquez, en la misa crismal de Valladolid

El presidente de la Conferencia Episcopal Española ha lanzado un nuevo “mea culpa” por los casos de abusos sexuales en el seno de la Iglesia. Así lo ha manifestado el también arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, durante la misa crismal que ha presidido en la mañana de este Miércoles Santo en la capital castellanoleonesa.

“¡Que nunca la autoridad ministerial recibida en la ordenación para edificar la Iglesia se convierta en nosotros en poder que violenta y abusa de otros! ¡Que nunca degenere en clericalismo con las diversas manifestaciones de dominio y humillación que lo acompañan!”, exclamó el cardenal.

Oración y fraternidad

Blázquez reconoció ante un templo lleno que “en la situación actual, que a todos nos envuelve como una niebla densa por las acciones abominables de hermanos nuestros, debemos, además de intensificar la comunión orante con el Señor, estrechar los lazos entre nosotros como miembros del presbiterio diocesano”.

Así se expresó precisamente en una eucaristía en la que todos los sacerdotes diocesanos renuevas sus promesas. A ellos les invitó a ser “misioneros en salida” siempre y cuando sean “discípulos en permanente proximidad en el Señor”.

En este sentido, el presidente del Episcopado también reflexionó sobre la secularización y la responsabilidad de la Iglesia. “¿Cómo iniciar a niños, jóvenes y adultos hoy eficazmente en la vida cristiana?”, se preguntó, para proponer que “necesitamos una auténtica iniciación cristiana; que no sea un barniz superficial ni se reduzca a conocer algunos elementos parciales y sin conexión entre sí. Se deben unir conocimiento de la fe y experiencia creyente”.

Ser tratados con amor

En una celebración en la que ha sido consagrado el santo crisma con el que se ungirá a lo largo del año a los recién bautizados, a los confirmados, a los presbíteros y a los enfermos, el arzobispo de Valladolid se detuvo en estos últimos para poner en valor los cuidados paliativos y el papel de la familia frente a la soledad.

Así, mostró su rechazo a la eutanasia: “Cuando una persona pide que se le ayude a terminar la vida porque la pena se le hace insoportable, lo que solicita es en realidad ser tratado con amor; no pide la llamada “muerte digna”, que es uno de tantos eufemismos inventadas en nuestro tiempo para evitar llamar a las cosas por su nombre”.

Por último, Blázquez quiso tener presente a los cristianos en Tierra Santa y respaldó la apuesta de diálogo interreligioso del Papa Francisco. “Debemos compartirla venciendo los intentos de apropiación excluyente”, explicó para enfatizar a renglón seguido que “la pluralidad religiosa no debe conducirnos a luchar por el dominio de unos sobre otros ni a reducir la pluralidad real a la marginación o privacidad, sino a respetarnos mutuamente tanto en la existencia como en la actuación pública sin proselitismos ni condenaciones”.

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