El Papa en el Ángelus: “El ejercicio más destructivo es murmurar”

  • Francisco anima a los fieles presentes en la plaza de san Pedro a vivir desde “un discernimiento saludable, antes de cada elección y cada acción”
  • “Siempre es útil ayudar a otros con consejos sabios, pero debemos ser conscientes de que tenemos defectos”, recomendó

Durante el rezo del Ángelus de este domingo 3 de marzo, el Papa ahondó en una de sus constantes denuncias durante el Pontificado sobre las tentaciones de la Iglesia: “Quien es bueno saca lo bueno y lo malo de su corazón y de su boca, y el que es malo saca el mal, practicando el ejercicio más destructivo: murmurar”.

Partiendo de la pregunta de Jesús en el Evangelio del domingo sobre si un ciego puede dirigir a otro ciego, Francisco llamó a todos aquellos que tienen responsabilidad, desde los obispos a los padres, pasando por los maestros a que “sean conscientes de su delicado papel y a discernir siempre el camino correcto por el cual liderar personas”.

“La tentación es ser indulgente con uno mismo, justificando también las actitudes erróneas; mientras que cuando se trata de otros, a menudo se juzga con severidad desde el exterior, sin tratar de leer en su corazón”, alertó Francisco.

La conquista personal

Por otro lado, apuntó que “siempre es útil ayudar a otros con consejos sabios, pero mientras observamos y corregimos los defectos de nuestro prójimo, también debemos ser conscientes de que tenemos defectos”.

Frente a ello, hizo un llamamiento a vivir desde “un discernimiento saludable, antes de cada elección y cada acción”. “El discernimiento es un don del Señor, y debe ser implorado con una oración incesante, y al mismo tiempo, la conquista personal y el ascetismo requieren humildad y paciencia, la capacidad de escuchar y el esfuerzo de comprender a los demás”, concluyó.

Noticias relacionadas
Compartir