La arquidiócesis de Bogotá da a conocer su ruta de acompañamiento para casos de violencia sexual

  • El obispo auxiliar, Luis Manuel Alí, miembro de la comisión pontificia de protección de menores, ha explicado el itinerario a seguir en tres posibles situaciones
  • En Colombia los abusos no han sido tan visibilizados como en otros países, explicó, al tiempo que invitó a denunciar casos de años anteriores

A pocos días de que el papa Francisco se reúna en Roma con los obispos presidentes de las conferencias episcopales del mundo, del 21 al 24 de febrero, la arquidiócesis de Bogotá a través de su oficina del Buen Trato y en voz de su obispo auxiliar, Luis Manuel Alí, quien también es miembro de la comisión pontificia de Protección de menores, presentó la ruta de acompañamiento en casos de violencia sexual y presentó los detalles de su funcionamiento. Así lo dio a conocer la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) en su portal.

La ruta presentada ante los medios de comunicación, en la sede del palacio arzobispal, consta de tres situaciones de violencia sexual contra niña, niño, adolescente o adulto en estado de vulnerabilidad, la primera ocurrida fuera del ambiente eclesial, la segunda en colegios de la arquidiócesis o en la Fundación Universitaria Unimonserrate –regentada por la misma arquidiócesis–, y la tercera dentro del ambiente eclesial.

Atención prioritaria a las víctimas

“Cuando se conozca del caso de algún abuso sexual por parte de un miembro de la Iglesia, inmediatamente se inicia la investigación preliminar canónica, se denuncia ante la autoridad civil y, tercero, desde la oficina del Buen Trato se comienza el acompañamiento espiritual y psicosocial de la víctima y del presunto agresor”, ha informado Alí. 

La presentación de esta ruta responde al compromiso que asume la Iglesia en la protección de los niños, niñas y adolescentes o adultos en estado de vulnerabilidad y “sabemos que lo prioritario es la atención a las víctimas, por eso con todas las indicaciones que nos ha dado el papa Francisco hemos entendido que debe ser así”.

Tres situaciones de seguimiento

Al detallar las tres situaciones de seguimiento que la oficina del Buen Trato de la arquidiócesis está presta a atender, el prelado informó que en casos ocurridos en espacios no eclesiales esta instancia acompañará en la formulación de las denuncias y de acompañamiento psicosocial, por lo que cualquier ciudadano podrá acercarse a recibir asesoría en esta instancia.

“La segunda situación es si acontece en un colegio nuestro, entonces el rector activará esta ruta de acuerdo con las leyes establecidas por el gobierno nacional”, ha dicho el prelado.

Finalmente si el hecho ocurre en algunas de las instituciones eclesiales (parroquias, seminarios, conventos, entre otros) y si es un sacerdote, voluntario, catequista el implicado como presunto agresor, se procederá al retiro del ministerio sacerdotal y se someterá a los tribunales canónicos.

Delitos que no prescriben

En Colombia muchos de los casos no están visibles –ha mencionado el obispo–, “eso no significa que no haya [situaciones de abuso] en comparación con algunos países en los que ya hay más conciencia de esa visibilizarían de los casos, en el país todavía falta un poco”.

El prelado ha pedido a las víctimas en el país su voto de confíanza: queremos hacer todo lo posible para que nuestra Iglesia sea un lugar seguro y para atender sus casos con todos sus debidos procesos”. También ha hecho una invitación a aquellas personas que por alguna razón hayan sido víctimas de agresión sexual en años anteriores a denunciar porque “estos delitos no prescriben”. 

“Debemos reconocer que en nuestros protocolos y procedimientos en muchos casos no fuimos claros, no tomamos las medidas adecuadas para atender estas situaciones y esto es lo que queremos responder con esta ruta”, ha admitido.

Dos casos de abuso en Bogotá

El obispo auxiliar de Bogotá ha recordado que “el año pasado en la arquidiócesis de Bogotá hubo dos casos de abuso de un sacerdote y de un profesor de una de las fundaciones y precisamente se aplicó esta ruta”. 

En este sentido, como parte de las medidas cautelares asumidas por la arquidiócesis –desde el derecho canónico– está el retiro de la licencia al sacerdote en su ejercicio del ministerio sacerdotal como parte de la protección que se brindan a las víctimas de este presunto agresor, luego se manda esta documentación a Roma por medio de la Congregación de la doctrina de la fe para que defina que pasará con ese sacerdote. En cuanto a los tribunales civiles, el religioso o presbítero según sea el caso se juzga como cualquier ciudadano colombiano que cometa un delito.

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