Ain Karem: Cuando la música abrasa

Ain Karin

No hay una compañía discográfica detrás que marque plazos. Ni un agente que presione para estrujar la creatividad del músico a golpe de talonario. Otro tiempo. Otro ritmo. Pero no por ello, menos exigencia o calidad. Han pasado tres años desde que publicaran su anterior trabajo. Ahora, en pleno invierno, Ain Karem irrumpe ofreciendo ‘Fuego y abrazo’. “Desde la oración y la experiencia que vamos teniendo, surgen las letras y las melodías”, comenta Chipi, que junto a Inma y Puy forman el núcleo duro de un proyecto en el que participan un grupo de laicos. Doce en total, nueve sobre el escenario, con diferentes grados de participación. “Ain Karem no es la suma de individualidades sino proyecto compartido. Es más, todas las decisiones son fruto de un diálogo conjunto”, apostillan las religiosas carmelitas de la Caridad Vedruna.

El lugar en que la tradición sitúa el encuentro entre María e Isabel, sigue siendo para ellos el GPS desde el que cantarle al mundo el proyecto de salvación a través de la alabanza que componen las 20 canciones del nuevo álbum. Para la grabación de ‘Fuego y abrazo’, han dedicado gran parte del verano en tres etapas distintas y unos días de noviembre a los que hay que unir la fase de postproducción, la imagen y el diseño de la carátula –a cargo del salesiano Miguel Ángel Olivares y el laico escolapio Pepe Montalvá–.

Y todo, con el sello Vedruna. “El fuego es un elemento muy ligado a santa Joaquina e impulsa a abrazar todas las necesidades de nuestro tiempo”, expone Puy, con cita de la fundadora: “Que Él os encienda en el fuego de su mismo amor”. Esas chispas de matices y colores que nacen de Jesús de Nazaret son las que impregnan las voces, los violines o la guitarra flamenca de cada pista.

Una Palabra aterrizada en los descartados

Sin embargo, lejos de ser percibidos como una iniciativa congregacional, la música de Ain Karem ha logrado un alcance universal. Al menos, así es percibido por quien lo escucha. “Cada carisma es un don específico precioso, un acento concreto. Pero los fundadores son gente apasionada por Jesús, por la gente y por la humanidad. Y es esta experiencia fundante la que reflejamos y compartimos en las canciones”, explica Puy. “Ahí está el secreto de que las letras lleguen a más gente –completa Chipi–. El disco está atravesado por la Palabra de Dios, que es universal”. “Cantar y hacer vida aquello que cantamos es hoy nuestra llamada y nuestro deseo. Y es lo que hoy, con toda humildad, queremos compartir. Ain Karem nos ha permitido desplegar la vocación recibida”, exponen las consagradas a coro.

Una Palabra que aterriza en la realidad de los empobrecidos, de los olvidados, de los descartados… “Y de los migrantes, para ir más allá del fenómeno en sí. Queremos hacer ver lo necesario de acoger la diferencia. Para hacernos hermanos, tenemos que abrazar al otro desde su diversidad y eso lo tenemos que aplicar lo mismo para el extranjero que para los jóvenes. Solo desde esta conciencia podemos entrelazar una cadena de solidaridad”, explican tres de las letristas del grupo que también han buceado a través de sus versos en esa cotidianidad silenciosa a menudo denostada, pero donde se cultiva la fe. Un disco que suena per sé en clave de mujer: “Muchas de las letras están expresadas en femenino porque nacen de nuestra propia experiencia y de esta manera hemos querido hacer presente el discipulado de la mujer”.

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