El récord de migrantes en 2018 dispara “los discursos del odio”

  • El Servicio Jesuita a Migrantes denuncia que se les utilice “como chivo expiatorio”
  • El cierre de rutas a Grecia y Turquía pone a España como el destino preferido para las mafias

Llegada al puerto de Motril, en Granada, de los 81 inmigrantes rescatados por Salvamento Marítimo cuando navegaban en una patera al sur de la isla de Alborán. EFE / Miguel Paquet.

Récord de llegada de migrantes a España por vía marítima. Según datos del Ministerio del Interior, en todo lo que va de 2018, han llegado 55.621 personas en embarcaciones a las costas de la Península, Islas Canarias, Ceuta y Melilla, el mayor número de entradas ilegales desde que se tiene registro de estos datos, en 1999, y que doblan los de 2017 (22.103), y muy alejados de los 8.162 de 2016.

“El incremento en la llegada por pateras a las costas está generando una situación dramática en esas zonas, hasta el punto de colapsar los espacios de acogida”, según señala a Vida Nueva Jaime Pons, coordinador técnico del Servicio Jesuita a Migrantes (SJM).

Pero ese no es el único problema, sino que se está utilizando esta llegada de seres humanos a España –tras el cierre de rutas del Mediterráneo Oriental que les llevaban sobre todo a Grecia, Turquía e Italia– “para utilizar esta inmigración como chivo expiatorio que justifican discursos del odio, que van en aumento, y derechos humanos de segunda para estas personas, o para aplicar las devoluciones en caliente y otros mecanismos sin garantía”, apunta el experto.

“¿Cuántos muertos más hay que contar?”

Pons asegura que “el discurso del miedo ya está instalado en nuestra población, y hace tiempo que se viene utilizando. Es una realidad, y por eso se habla de avalancha” cuando llegan por mar, a pesar de que “el punto fuerte de llegada sigue siendo el de los aeropuertos, por donde accede el 85% de los inmigrantes. Este año han llegado por esa vía medio millón de personas, la mayoría con visado de turistas o por reagrupamiento familiar”, añade.

Con respecto a la política migratoria del Gobierno, Pons señala que “ha habido signos positivos, como cuando llegó el Aquarius, pero sus líneas maestras están muy marcadas por la Unión Europea y el cierre de fronteras”.

Una política que esta organización, junto con las restantes que conforman la red Migrantes con Derecho –Justicia y Paz, Comisión Episcopal de Migraciones CONFER y Cáritas– denunciaron el pasado 21 de diciembre, tras la muerte de trece personas y la desaparición de otras 12 en el mar de Alborán cuando intentaban llegar a las costas españolas.

“¿Cuántos muertos más se tienen que contar?”, decían en un comunicado en el que denunciaban “que solamente las medidas de control de fronteras no son suficientes y que echamos en falta un compromiso real de la Unión Europea y de Gobierno de España para abordar la realidad migratoria”.

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