El arzobispo de Cali sale en defensa de las comunidades campesinas de Jamundí acosadas por la violencia

  • “Respetar a los civiles” es la petición pública de Darío Monsalve, que manifiesta su preocupación por la vida y los derecho de los habitantes de las zonas rurales
  • El llamado del prelado incluye “a todos los que llevan armas, tanto las legales del Estado, como las ilegales de grupos armados”

Con total claridad y sin dejo ambigüedades, el arzobispo de Cali, Darío Monsalve, ha levantado su voz para expresar su “preocupación por la vida y derecho de las comunidades campesinas de la zona montañosa de Jamundí (Valle)”, asediadas por la violencia en esta zona rural del suroccidente colombiano.

Violencia y desplazamientos

“Pido a los alzados en armas, que han segado vidas y medrantan a la población en esos territorios, que cesen sus hechos de violencia y no provoquen desplazamientos entre quienes luchan por sobrevivir y cuidar de sus familias y tierras, en medio de las difíciles circunstancias que vive la región y el país”, subrayó el arzobispo a través de un comunicado, al tiempo que expresó “a todos los civiles la solidaridad y acompañamiento de la Iglesia”.

Monsalve, reconocido por su compromiso inmarcesible con los diálogos de paz y la defensa de la vida –especialmente la de los más pobres y vulnerables–, manifestó su voluntad de “servir a la verdad de Dios y de acompañar a todos los fieles en sus reuniones pastorales”, como también lo hacen los párrocos en estas regiones.

Con coraje profético, consciente del peligro que corren los campesinos de Jamundí, el arzobispo no ha dudado en exigir, en nombre de Dios, “que todos los que llevan armas, tanto las legales del Estado, como las ilegales de grupos armados, observen el máximo cuidado y respeto por el sagrado bien de la vida de los civiles”. 

Ejércitos ilegales

El pronunciamiento de Darío Monsalve, en el que pide “respetar a los civiles”, coincide con la semana en que se produce el relevo en la cúpula militar del país, y el reconocimiento –por parte del Ministerio de Defensa– de la beligerancia de 7.260 hombres que hacen parte de ejercitos ilegales como el ELN (2.206), las disidencias de las FARC (1.749), el Clan del Glofo (1.600) y los Pelusos (260), entre otros.

Expresamente, en el departamento del Valle actúa uno de los frentes de guerra del ELN, grupos disidentes de las FARC y los Pelusos (un reducto de la guerrilla del EPL), según ha detallado El Tiempo.

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