Carlos Arturo Quintero se convierte en el quinto obispo de Armenia

  • Tras un año de vacante, el papa Francisco designó a quien se desempeñaba como administrador diocesano en la jurisdicción esta eclesiástica ubicada en el eje cafetero de Colombia
  • El nuevo obispo es teólogo y comunicador social. Ha prestado sus servicios en el CELAM y en la RIIAL

La diócesis de Armenia, en el departamento del Quindío, ubicada en el eje cafetero de Colombia, cuenta con un nuevo obispo. Carlos Arturo Quintero Gómez, quien hasta el momento se desempeñaba como administrador diocesano, será el sucesor de Pablo Emiro Salas Anteliz, arzobispo de Barranquilla desde noviembre de 2017. Así lo ha dado a conocer la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) en una nota de prensa.

El nuevo obispo nació en la propia ciudad de Armenia el 3 de agosto de 1967 y fue ordenado sacerdote el 4 de diciembre de 1994. Su nombramiento episcopal lo realizó el papa Francisco y se convierte en el quinto obispo que tendrá la Iglesia del Quindío.

Al servicio de la comunicación social

Su formación en filosofía y teología la realizó en el seminario mayor Nuestra Señora del Rosario de Manizales, siendo la comunicación un aspecto clave en su ministerio sacerdotal. Realizó estudios en comunicación social en la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín titulándose en 2001. Desde entonces, hasta el 2007, fue jefe de prensa y de comunicaciones de la diócesis de Armenia.

Entre 2007 y 2011 fue secretario ejecutivo del departamento de comunicación y prensa del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) y vicecoordinador de la Red de Información para la Iglesia de América Latina (RIIAL) en 2011.

“Somos un departamento renovado”

Armenia quedó en la memoria del mundo en 1999 tras un devastador terremoto, el más fuerte en la historia contemporánea de Colombia. Con motivo del décimo noveno aniversario el pasado 25 de enero, el entonces administrador diocesano –en declaraciones recogidas por el diario Crónicas del Quindío  invitó a las autoridades, los gremios y la sociedad civil a celebrar los 20 años vestidos de blanco.

“Lleguemos no de negro sino de blanco y tengamos un rostro diferente, porque somos un departamento renovado, con nuevas costumbres políticas, con un nuevo amanecer y con un nuevo corazón”, agregó.

Frente a los problemas que afectan el día a día del Quindío, el nuevo prelado le apuesta a la esperanza, al tiempo que pidió redoblar esfuerzos: “No basta con lo que estamos haciendo, podemos pasar a hacer lo mejor y lo excelente. Cada día podemos perfeccionar más las cosas con tu aporte y con el mío e intentarlo”. 

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