Las 500.000 religiosas del planeta, contra los abusos: “Ayudaremos a presentar denuncias”

  • La Unión de Superioras Generales difunde un comunicado en el que abogan “por informes civiles y penales”
  • Además, hacen un llamamiento a las propias consagradas víctimas para que denuncien: “Las ayudaremos a actuar con valentía”

A través de un comunicado de prensa, la Unión de Superioras Generales ha alzado la voz para expresar “su profunda tristeza e indignación por las formas de abuso que prevalecen en la Iglesia y en la sociedad en nuestros días”.En el documento, la entidad, que aglutina a más de 500.000 religiosas del planeta a través de sus 2.000 superioras, ha querido mostrar su cercanía hacia las víctimas: “Permanecemos al lado de las mujeres valientes y de los hombres que han presentado informes sobre los abusos a las autoridades”.

Además de este gesto de solidaridad, a renglón seguido dan un paso al frente: “Condenamos a los que mantienen la cultura del silencio y el secreto, a menudo bajo la apariencia de ‘protección’ de la reputación de una institución o como ‘parte de la propia cultura’”. “Abogamos por informes civiles y penales transparentes de los abusos tanto en las congregaciones religiosas, en las parroquias y en los distintos ámbitos diocesanos, como en cualquier espacio público”, reclaman las religiosas.

Colaboración con las autoridades civiles

En esta misma línea, reiteran su compromiso para “trabajar en colaboración con las autoridades civiles y de la Iglesia para ayudar a los que han sufrido abusos a sanar el pasado a través de un proceso de acompañamiento, búsqueda de la justicia”. De la misma manera, muestran su voluntad de promover la “inversión en la prevención de abusos a través de la formación en colaboración y programas de educación para niños, mujeres y hombres”.

En el comunicado, resulta especialmente significativo el llamamiento que hacen a las propias consagradas que también hayan podido ser víctimas de los abusos: “Pedimos que cualquier religiosa que haya sufrido abusos informe sobre este a la responsable de su congregación, a la Iglesia y a las autoridades civiles según se considere más conveniente”.

De esta manera, la Unión de Superioras Generales, tras animar a las damnificadas a dar un paso al frente, se compromete a escuchar “directamente a la persona y la ayudará a actuar con valentía y presentar la denuncia a las organizaciones apropiadas”.

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