Francisco destaca la gran “dedicación a Dios y sensibilidad hacia el hombre” de Juan Pablo II

  • El Papa ha recibido hoy en el Vaticano a una delegación de la diócesis de Cracovia
  • “Polonia nunca ha perdido la fe en Dios a pesar de los acontecimientos dolorosos de su historia”, ha dicho

audiencia del Papa con los peregrinos de Cracovia el 10 de octubre de 2018

El papa Francisco ha recordado hoy, 10 de octubre, cómo san Juan Pablo II enriqueció “la Iglesia universal con una gran cantidad de dones”, destacando que, en gran medida, esto fue gracias a la herencia “del tesoro de la fe y la santidad” de Polonia y de su Iglesia, así como de los santos de Cracovia. “De ellos aprendió la dedicación ilimitada a Dios y la gran sensibilidad por cada hombre”, ha señalado. Una dedicación y sensibilidad que “quedaron manifiestas en su ministerio sacerdotal, episcopal y papal”.

A las 8:30 horas de la mañana, el Papa ha recibido en una audiencia a los participantes en la peregrinación que ha hecho la archidiócesis de Cracovia a Roma con motivo de la próxima celebración del 40 aniversario de la elección de Juan Pablo II como sucesor de Pedro. Entre los peregrinos, además de sacerdotes, obispos, religiosos y laicos se encontraba el arzobispo de Cracovia, Marek Jędraszewski, y quien fuera secretario de san Juan Pablo II, el cardenal Stanisław Dziwisz. Bergoglio ha dedicado a ambos un saludo especial, así como a al resto de los presentes, “en especial a los pobres, enfermos y a los numerosos jóvenes que participan en la peregrinación”.

Llamados a la santidad

Francisco ha recordado los “diversos acontecimientos dolorosos” que ha atravesado Polonia a lo largo de su historia, ante los cuales “nunca perdió la fe en Dios y la fidelidad al espíritu cristiano arraigado en la propia cultura”. Además de mantenerse fiel a estas raíces y haber sido bendecido “con el don de poder leer los signos de los tiempos a la luz del Evangelio”, el Papa ha destacado que Juan Pablo II “trató de hacer que la Iglesia fuera guardián de los derechos inalienables del hombre, de la familia y de los pueblos”, además de un signo de paz y de justicia.

De la misma manera, ha subrayado que la “rica herencia” de San Juan Pablo II supone un llamado a la santidad “que el Señor dirige a cada uno y cada una de nosotros, en nuestra situación personal, familiar y social específica”. Estando próximo el aniversario del pontificado de Juan Pablo II, Francisco ha recordado que “sigue velando por el pueblo de Cracovia, sobre todo de los más pobre” y ha manifestado que se unía a los presentes “al confiar en su intercesión”.

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