Los obispos alertan contra la “soledad” de quienes cuidan a sus enfermos

  • Este domingo 6 de mayo, la Iglesia en España celebra la Pascua del Enfermo
  • “No podemos acompañar el sufrimiento de los demás como meros espectadores”, señalan en el mensaje

enfermo de alzheimer

Con motivo de la Pascua del Enfermo, que se celebra este domingo, 6 de mayo, los obispos de la Comisión Episcopal de Pastoral han hecho público un mensaje en el que, bajo el título ‘Acompañar a la familia en la enfermedad’, alertan contra “la sensación de soledad” que hoy día afecta a no pocas personas que han de cuidar a sus enfermos.

“No es infrecuente en algunos casos –escriben los pastores– que, en la práctica, la mayor parte de la responsabilidad del cuidado cotidiano recaiga principalmente sobre uno o dos familiares, y los demás puedan despreocuparse un tanto, con la sensación de soledad de ese cuidador principal”.

Ante esta situación, señalan que la misión de la Iglesia y, dentro de ella, de toda la pastoral de la salud, “estará encaminada, además de acompañar al cuidador principal, a promover una toma de conciencia del resto de los familiares, respecto de la responsabilidad que tienen todos y cada uno de ellos”.

El estigma de la enfermedad mental

En este sentido, los obispos invitan a prestar una especial atención a aquellos cuidadores que tiene que hacer frente a “situaciones particularmente difíciles, como son enfermedades de larga duración, personas con problemas de salud mental o con importante deterioro cognitivo, o personas con una particular dependencia”.

“Acompañar a quien cuida de un miembro de la familia con problemas de salud mental –subraya el texto episcopal– necesita una mayor carga de paciencia y comprensión“, entre otras razones “porque sigue pesando un especial estigma sobre las personas con enfermedad mental”.

En todo caso, recuerdan que la actitud de la Iglesia ante estas situaciones no es meramente la de estar “físicamente cerca”. “No podemos acompañar el sufrimiento de los demás como meros espectadores. Tomarse en serio acompañar a las familias de los enfermos implica involucrarse con ellas, hacer, de algún modo, nuestros sus sufrimientos”.

La Orden de San Juan de Dios y su Escuela de cuidadores

En la Iglesia española existen múltiples ejemplos de esa “involucración” que piden los pastores en la atención a los enfermos y a quienes los cuidan. Tanto a nivel de la pastoral de la salud que existe, con modestia y entrega, en tantas parroquias, como a la labor más especializada de los profesionales sanitarios.

Un claro ejemplo lo da a diario la Orden de San Juan de Dios, quien es muy consciente de que “la familia enferma con el familiar enfermo, se altera, sufre, y debe ser cuidada y curada para que sepa estar, para que sea medicina y alivio, curación y sanación”.

Por esta razón han desarrollado una serie de programas, como el Sentim, del Hospital Maternoinfantil Sant Joan de Déu de Esplugues, o la Escuela de cuidadores de pacientes con demencia, del Parc Sanitari. Tan solo dos ejemplos de que la Iglesia, como demanda el mensaje episcopal para esta Pascua del Enfermo, “sabe oír y compartir los cansancios y tristezas de las familias que cuidan a sus enfermos, y acompañarlas en su soledad”.

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