Francisco a los nuevos sacerdotes: “Por favor, no os canséis de ser misericordiosos”

  • El Papa ha ordenado en la Basílica Vaticana a 16 nuevos sacerdotes procedentes de los seminarios romanos y de dos congregaciones religiosas
  • El Pontífice, en el Regina Coeli, ha hecho un llamamiento para que cesen los enfrentamientos que se han vivido en estos días en Nicaragua

Cada año, en el 4º Domingo de Pascua se lee algún fragmento del discurso en el que Jesús se presenta a los suyos como el Buen Pastor. Esta metáfora que tanto ha inspirado a sacerdotes y consagrados de todos los tiempos explica el hecho de que sea el domingo elegido para celebrar la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones –que este año ha cumplido su edición número 55– y que, tradicionalmente, sea el día en el que el Papa ordena a algunos presbíteros.

En esta ocasión, Francisco ha ordenado a 16 nuevos sacerdotes procedentes del Colegio Diocesano ‘Redemptoris Mater’ del Camino Neocatecumenal (6), del Pontificio Seminario Mayor Romano (5), de la congregación italiana ‘Familia de los Discípulos’ (4, 3 de la India y 1 de Perú) y de la Obra de Don Orione (1). Por ello, el pontífice ha estado acompañado en el altar por Angelo De Donatis, Vicario general para la Diócesis de Roma y Gianrico Ruzza, secretario general del Vicariato de Roma; así como del resto de obispos auxiliares romanos, los superiores de los seminarios y los párrocos de los nuevos ordenados.

Continuadores de la misión de Jesús

Durante la homilía, el Papa recordó la vocación bautismal de todos a formar un “pueblo sacerdotal”, a la vez que señaló que, “entre sus discípulos, el Señor Jesús quiso elegir a unos pocos, para que, ejerciendo públicamente en la Iglesia en su nombre el oficio sacerdotal a favor de todos los hombres, continuasen su personal misión de maestro, sacerdote y pastor”.

Los nuevos presbíteros, continuó, “al servicio de Cristo, Maestro, Sacerdote, Pastor, trabajan juntos para edificar el Cuerpo de Cristo que es la Iglesia en el Pueblo de Dios y Templo santo del Espíritu”. Por la consagración, señaló Berglogio, “serán configurados con Cristo” y, unidos a su obispos, serán “predicadores del evangelio, pastores del pueblo de Dios y presidirán los ritos cultuales, especialmente la celebración del sacrificio del Señor”.

Escuchad la Palabra de Dios y perdonad

Dirigiéndose directamente a los nuevos ordenados, el Papa les pidió que “hagan llegar a todos la Palabra de Dios, que vosotros mismos habéis recibido con alegría. Leed y meditad asiduamente la Palabra del Señor para creer eso que habéis leído, para enseñar lo que habéis aprendido en la fe, para vivir lo que habéis enseñado”.

Que sea el alimento d el Pueblo de Dios vuestra doctrina, alegría y apoyo para los fieles de Cristo”, añadió. “Y que con la palabra y el ejemplo podáis edificar la Casa de Dios que es la Iglesia” a través del ejercicio del ministerio, subrayó el Papa.

“Imitad aquello celebráis, porque al participar en el misterio de la muerte y resurrección del Señor, lleváis la muerte de Cristo en vuestros cuerpos y camináis con Él en la vida nueva”, dijo a los todavía diáconos.

Repasando los sacramentos que celebra el sacerdote, el Papa se detuvo en el sacramento de la penitencia para pedirles: “por favor, no os canséis de ser misericordiosos”. “Pensad en vuestros pecados, vuestras miserias que Jesús perdona. Sed misericordiosos”, insistió poniendo el ejemplo del Buen pastor que “no vino para ser servido, sino para servir y para buscar y salvar aquello que estaba perdido”, concluyó.

Regina Coeli: Dios continúa suscitando historias de amor en la Iglesia

Después de la celebración que se realizó en el interior de la Basílica de San Pedro, a mediodía el Papa rezó con los peregrinos presentes en la plaza el Regina Coeli. Tras la oración mariana, Francisco mostró su preocupación por los sucesos de Nicaragua, “donde, después de una protesta social, se han producido enfrentamientos que también han dejado algunas víctimas”. Po ello el pontífice mostró su “cercanía en la oración con ese amado país”, y se unió “a los obispos para pedir que cese toda violencia, evitando un derramamiento inútil de sangre y que las cuestiones abiertas se resuelvan pacíficamente y con sentido de responsabilidad”.

Recordando la Jornada de Oración por las Vocaciones, Bergoglio quiso agradecer “a Dios porque él continúa suscitando en la Iglesia historias de amor por Jesucristo, para alabar su gloria y servir a sus hermanos”. Poniendo como ejemplo las ordenaciones que acababa de celebrar e invitando a 4 de los nuevos sacerdotes a salir al balcón a saludar e impartir con él la bendición, el pontífice invitó a pedir al Señor “que envíe muchos y buenos obreros para trabajar en su campo, y que también multiplique las vocaciones a la vida consagrada y al matrimonio cristiano”.

Comentando las lecturas de la misa del día invitó a todos a identificarse con el cojo sanado por Pedro en los Hechos de los Apóstoles. “En este hombre sanado estamos cada uno de nosotros, nuestras comunidades: cada uno puede recuperarse de las muchas formas de debilidad espiritual: ambición, pereza, orgullo, si acepta depositar con confianza su existencia en las manos del Señor resucitado”, señaló.

Comentando el discurso del Buen Pastor, el Papa señaló que cuando Jesús dice que “conoce a sus ovejas”, no se trata “de un conocimiento intelectual, sino de una relación personal, de predilección, de ternura mutua, un reflejo de la misma relación íntima de amor entre Él y el Padre”. Esta relación es la que Cristo establece con nosotros, ya que él “conoce nuestras fortalezas y nuestros fallos, los proyectos que hemos logrado y las esperanzas decepcionadas. Pero nos acepta tal como somos, nos conduce con amor”, señaló.

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