Oscar E. Lozano: “Necesitamos formar agentes de pastoral educativa para el mundo de hoy”

  • Vida Nueva le toma el pulso a la pastoral educativa en América Latina
  • Entrevista con el secretario ejecutivo del Departamento de Cultura y Educación del CELAM

Oscar Lozano, secretario ejecutivo del Departamento de Cultura y Educación del CELAM

Cada vez más la pastoral educativa cobra un lugar central en los procesos evangelizadores de la Iglesia en América Latina y el Caribe, con la premisa de que “se educa evangelizando y se evangeliza educando”. Procesos de articulación, asesoría y formación hacen parte de la agenda del Departamento de Cultura y Educación del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), bajo la inspiración de Aparecida (2007) y, más concretamente, del documento ‘Vayan y enseñen’ (2011), que ofrece pistas para asumir la identidad y misión de la escuela católica en estos tiempos.

En diálogo con el salesiano colombiano Oscar E. Lozano, secretario ejecutivo del Departamento de Cultura y Educación del CELAM, Vida Nueva le toma el pulso a la pastoral educativa, a nivel continental, con sus desafíos y propuestas ante la coyuntura que atraviesa la escuela católica.

PREGUNTA.- ¿De qué manera la Iglesia latinoamericana está respondiendo a los ‘clamores’ que emergen del mundo de la educación?

RESPUESTA.- El Congreso Mundial de Educación Católica –realizado en noviembre de 2015 en Roma, con ocasión de los 50 años de la ‘Gravissimum Educationis’ y los 25 años de la ‘Ex Cordae Ecclesiae’– ayudó a mover la reflexión y, sobre todo, la puesta en marcha de iniciativas formativas, de sinergias entre instituciones y organismos dedicados a la educación, así como la reflexión de Iglesia –y no como entidades– sobre este importante medio evangelizador. Dicho Congreso fue una instancia importante de reflexión sistemática sobre el tema educativo no solo en el momento puntal de realización, sino en los años precedentes a él, en que se convocó a expertos mundiales y se articuló, por diversos canales, la reflexión de escuelas y universidades católicas en el mundo. Creo que el Congreso ayudó a visibilizar la presencia de la Iglesia en el mundo educativo, a dar espacio a las voces que están haciendo reflexión al respecto y a abrir el horizonte en los medios, formas, metodologías e iniciativas que están surgiendo, desde la Iglesia, ante los desafíos educativos del mundo actual.

En América Latina y el Caribe, tanto la CIEC (Confederación Interamericana de Educación Católica), la ODUCAL (Organización de Universidades Católicas de América Latina y el Caribe) y el CELAM han venido trabajando en sus convocatorias y en sus líneas formativas, los desafíos y conclusiones que dicho Congreso dejó como pauta de trabajo. Aquí, la identidad católica de la escuela –también de la universidad y de las propuestas educativas de Iglesia– juega un papel fundamental en el futuro de nuestra presencia y propuesta formativa. Al respecto, se avanza poco a poco en generar reflexión y apostar, como opción fundamental, en la formación de los formadores (docentes, agentes de pastoral, directivos y administrativos docentes…). Son pasos iniciales. Todavía falta, en una apreciación general, una mayor sinergia y una mayor apropiación de la reflexión y de la importancia del hecho educativo como medio evangelizador en nuestras Iglesias locales.

Pastoral educativa y pastoral de conjunto

P.- ¿Cuál es el mayor desafío que enfrenta actualmente la pastoral educativa en América Latina y el Caribe?

R.- Retomando lo que acabo de decir, creo que el mayor desafío de la pastoral educativa es que se pueda integrar en la pastoral de conjunto de las iglesias locales. De ahí se deriva la formación de los agentes de pastoral educativa y la importancia que se le dé a éstos, el ‘estatus’ teológico y eclesiológico que se les reconozca, y su importancia en la generación de cultura cristiana, como también en la apertura a las formas educativas que van más allá de la institucionalidad clásica (escuelas y universidades).

P.- ¿Qué iniciativas se están desarrollando a nivel del Departamento de Cultura y Educación del CELAM para responder a este reto?

R.- En la línea de acompañamiento y articulación de las comisiones de educación –o de Cultura y Educación– de las conferencias episcopales, se han realizado dos grandes encuentros continentales para reflexionar sobre la pastoral educativa y la pastoral universitaria. El panorama es variado, pero se constata la necesidad de más sinergias eclesiales y la urgencia de planes y ofertas formativas. También se reconoce la experticia y el bagaje que como Iglesia se posee en este tema. Por último, se destaca la relevancia del impulso misionero que el papa Francisco le ha querido imprimir al trabajo educativo-evangelizador. Punto aparte será el capítulo VI de la encíclica Laudato si’ [sobre educación y espiritualidad ecológica] que, con toda seguridad, ya está generando un conjunto de reflexiones y de líneas de acción en diferentes ámbitos y realidades.

Una segunda línea de trabajo se asume con los grupos de asesores y expertos del Departamento, y va sobre la vertiente de la reflexión. Aquí vamos avanzando con los insumos de los diferentes encuentros. La teología de la educación será el eje principal de dichos trabajos pues creemos que ayudará en la comprensión del famoso binomio expresando en el “educamos evangelizando y evangelizamos educando”. La tercera y última línea de trabajo es la formativa. Ya se están ofertando dos diplomados: el de pastoral educativa y el de pastoral universitaria. Ambos en modalidad virtual, con una semana presencial en tres sedes que abarcan tres regiones del CELAM (México, Centroamérica y Panamá; Andina-Bolivariana; y Cono Sur). Todos cuentan con el aval del CELAM y del CEBITEPAL (Centro Bíblico Teológico Pastoral para América Latina) y se desarrollan en sedes universitarias de la Iglesia o de inspiración católica.

Resta todavía articular una propuesta para la Región Caribe. Estos diplomados tienen como trasfondo y horizonte lo que he expuesto antes: necesitamos formar agentes de pastoral educativa para el mundo de hoy, con las perspectivas bíblicas, teológicas y magisteriales de la Iglesia, y con las herramientas de planificación pastoral que ayuden a seguir incidiendo en las diversas realidades. Nuestro propósito es tocar a la persona del agente educador-evangelizador y renovar su pasión apostólica.

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