Tribuna

Sinodalidad: en construcción

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La llamada que el papa Francisco nos hace a toda la Iglesia es a salir al camino, escuchando atentamente la voz del Espíritu. Escuchar a Dios, lo que Él indica. Es la actitud que debemos tomar, para vivir en la fidelidad creativa del Evangelio.



El proceso desencadenado con el Sínodoes un camino impregnado de esperanzas y con muchos desafío s, para superar la autorreferencialidad y ser una Iglesia en camino, como el buen samaritano o María Magdalena. Para ello, es necesario aceptar y vivir de manera respetuosa, acogiendo la diversidad, que tanto enriquece la vida de la Iglesia, desde la comunión, la participación y la misión.

Hace dos años, tuvimos la alegría de celebrar el Sínodo de la Amazonía, un largo proceso que escuchó a más de 87.000 personas desde sus sueños y esperanzas. La comunión y la participación fueron la base para reflejar la misión de la Iglesia en esta tierra y cómo encarnar el mensaje del Evangelio en esta realidad, siendo los pueblos originarios y amazónicos protagonistas de este proceso.

En el Sínodo de la Amazonía, la Iglesia tuvo que acercarse y tocar descalza la realidad, reconociendo “las semillas de la Palabra” en los desafíos que los pueblos originarios y amazónicos enfrentan a diario. De este modo, se sintió llamada a ser una Iglesia en salida, samaritana y magdalena, que se pone al servicio de los últimos.

Esperanza, fe y caridad

Cincuenta años después del Concilio Vaticano II, dejarse interpelar por los pobres es imprescindible para poder caminar juntos, como una comunidad de fe que cree en el Resucitado, a pesar de las situaciones de muerte. Tengamos esperanza, fe y caridad, como un vínculo que ayuda a recorrer los caminos del Maestro Jesús, en una actitud de aprendices para aprender, desaprender y reaprender, en el proceso permanente de conversión personal y comunitaria.

La sinodalidad tiene como punto de partida la escucha para caminar juntos, en misión permanente, en discernimiento constante, con oídos atentos. Este estilo de vida eclesial pasa por vivir en construcción, participación y circularidad, en escucha atenta del Espíritu, que se manifiesta en todos los tiempos y en todas las culturas. Así se trabaja ya en la Conferencia Eclesial de la Amazonía.

No es una conferencia episcopal, sino una conferencia que reúne, une y articula a las Iglesias de la Amazonía, para que cada una no tenga que tomar decisiones aisladas. Además de cardenales y obispos, participan la vida religiosa, laicos y, especialmente, representantes de los pueblos indígenas.

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