Tribuna

Los héroes en tiempo de pandemia

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Los trabajadores en el área de salud, en el marco de una pandemia sin precedentes que atraviesa nuestro país y sus habitantes, han enfrentado innumerables desafíos y riesgos. 



Muchos de nuestros profesionales de la salud infectados por Covid-19 fallecieron; otros siguen padeciendo síntomas que llevan a comprometer seriamente su calidad de vida, no obstante, han regresado a su actividad, para asistir a las personas en situación de emergencia con responsabilidad, equidad y eficiencia.

Provoca dolor pensar que se pueda llegar a desvalorizar el acto profesional de aquellos llamados a una vocación sublime.

No olvidar que ellos son los mismos que durante el período de cuarentena, la sociedad celebraba con aplausos, su entrega de cada día.

Como pueblo agradecido a estos hombres y mujeres, profesionales de la salud, reiteramos el reconocimiento como parte de los héroes del Siglo XXI, siendo presencia al lado del enfermo, caminando por los pasillos de los centros asistenciales, con la fidelidad a una profesión que responde a un espíritu de servicio.

Mantener el cuidado

Sabemos que la mejor medida en tiempos de pandemia es mantenerse en los límites de máximos cuidados, con medidas que se implementen desde una política de gestión sanitaria y de bioseguridad, considerando medidas prudentes y eficientes para su aplicación en el marco de la proporcionalidad.

Cuando las medidas de prevención afectan de manera evidente a poblaciones vulnerables, con graves consecuencias para la salud, reviste carácter de obligatoriedad defender sus derechos como valor fundante del ser humano evitando toda discriminación, desde un abordaje de medidas por parte del Estado y política de control sanitaria y social.

Salir al encuentro de desafíos que comprometen al ser humano, supone comenzar un camino de cercanía, penetrando en el corazón del otro para escucharlo, para que pueda experimentar que su historia revela un sentido y en ese caminar juntos, poder atravesar esta dura realidad que nos atraviesa.

Que nuestra Madre la Virgen de Luján, ilumine a nuestros gobernantes en la dimensión político institucional y a nuestros pastores en su misión de acompañamiento en estos tiempos difíciles.

Que nuestros templos de puertas abiertas, generen espacios de cercanía para acompañar con amor solidario, la fragilidad que se presenta en la dimensión del dolor y el sufrimiento humano.