Tribuna

Las mujeres toman las facultades de teología

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En Italia, la presencia de mujeres en las facultades de teología está creciendo, aunque sea ligeramente. Un dato alentador cuando se piensa en los tiempos en los que a las mujeres no se les permitía inscribirse en una facultad teológica y era impensable, casi una herejía, que pudieran enseñarla. Las mujeres intentaron derribar el alto muro del clericalismo que consideraba la teología como una prerrogativa exclusivamente masculina, el legado de una cultura del tomismo absoluto que consideraba a la mujer mas ocasionatus, un hombre fracasado y, por tanto, incapaz de pensar.



De un estudio realizado consultando los anuarios y registros académicos, se desprende que en el curso académico 2019-2020 hay 2.363 profesores que ejercen la enseñanza en las trece facultades teológicas romanas y en las ocho facultades teológicas en Italia. De éstos, 1.986 son hombres y 377 mujeres; un porcentaje bajo para las mujeres, apenas el 15,95%, pero una cifra significativa si se mira el camino difícil por el que han transitado las profesoras en las facultades de teología. Un recorrido plagado de exclusión, sufrimiento y discriminación.

Más presencia femenina

Según una investigación de Anna Carfora y Sergio Tanzarella, ‘Teologhe en Italia. Una encuesta de una minoría tenaz’ (ed. Il Pozzo di Giacobbe), en el año académico 2008-2009 había 2.513 profesores en las mismas facultades teológicas, de estos 299 eran mujeres y 2.214 hombres. Las mujeres representaban el 11,90% mientras que los hombres el 88,10%. En once años, frente a una disminución del profesorado total (150 menos), hay un aumento femenino del 4,5%: 78 mujeres más.

estudiantes de teologia

Por un lado, es claramente un hecho positivo si se piensa en los años en los que la Teología de la mujer era solo un sueño; por otro, subraya que es necesario trabajar para desclericalizar la Teología y hacerla un gran banquete de comunión y sinodalidad, donde convivan las diferencias, haya diálogo y aceptación y donde se experimente el modelo del poliedro “que refleja la confluencia de las parcialidades que mantienen en él su originalidad”, en palabras del Papa Francisco (Evangelii gaudium, n. 236).

Las mujeres con su estudio, formación, competencia, determinación y sacrificio, han logrado rasgar en los últimos años ese velo de invisibilidad. Han logrado hacer una significativa aportación al mundo de la Teología con una visión profética propia que les permite ver vida incluso en las piedras y “pensar sin barandillas”, en palabras de Hannah Arendt.

*Artículo original publicado en el número de febrero de 2021 de Donne Chiesa Mondo. Traducción de Vida Nueva

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