Tribuna

Las mujeres de la Biblia: Miriam

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La hermana de Moisés aparece por primera vez en la escena del nacimiento e infancia del futuro legislador (Ex 2). Es presentada como “una hermana del niño” y, al igual que las otras mujeres del episodio –la madre de Moisés y la hija del faraón–, tampoco ella tiene nombre aquí. Para escuchar cómo se llama –Miriam o María– habrá que esperar hasta el capítulo 15 del Éxodo.

El significado de ese nombre es muy discutido, llegándose a proponer hasta cerca de sesenta sentidos distintos: desde “rebelde” o “rebelión” hasta “gota de agua” o “luz sobre el mar”, pasando por “excelsa” o “eminente”; aunque parece que el nombre procedería de una palabra egipcia que significa “amar”.



En Ex 2, Miriam comparte protagonismo con su madre, ya que es ella la que toma el relevo en la acción cuando Moisés es depositado en la cesta. De hecho, es la hermana la que interpela a la hija del faraón cuando esta descubre que es un niño hebreo (las fuentes judías llegarán a la conclusión de que la princesa egipcia lo dedujo al ver que el niño estaba circuncidado): “¿Quieres que vaya a buscarle una nodriza hebrea que críe al niño?” (2,7). También será ella la que llame a la madre de Moisés.

En Ex 15,20-21 aparece Miriam nuevamente. Y lo hace en una escena con algunas cuestiones de interés. En primer lugar, es llamada “profetisa”, siendo así la primera mujer que ostenta ese título en el Antiguo Testamento. En segundo lugar, es calificada como hermana de Aarón, estando Moisés ausente por completo. ¿Será porque Aarón es el mayor o porque se quiere subrayar una cierta rivalidad con el legislador?

Mujeres de la Biblia: Biblia

Y, en tercer lugar, el contenido del canto de Miriam es prácticamente una repetición de uno de los versos del canto que Moisés y los israelitas acaban de entonar (15,1-18). Parecería que lo que se pretende es hacer partícipes a las mujeres de un momento enormemente significativo.

Miriam vuelve a aparecer en el libro de los Números. Aparte de 20,1, donde se menciona que muere en Cadés y allí es enterrada, y de 26,59, donde aparece en el censo de levitas, el episodio de 12,1-16 es el que tiene mayor importancia. Dicho con rapidez, Aarón y Miriam critican a Moisés por haberse casado con una mujer cusita (africana) y reclamando ser ellos también intérpretes de Dios.

Ante eso, el Señor castiga a Miriam –y solo a ella– con la lepra. Tanto Aarón como Moisés interceden por su hermana, siendo al final excluida del campamento durante siete días, aunque acaba contando también con la solidaridad del pueblo.

*Artículo original aparecido en la revista Religión y Escuela