Tribuna

Humanidad se escribe con H

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La hache es una letra que se escribe mucho y se pronuncia poco ¡solo después de una ce! Nos trae más problemas que beneficios y nos hace quedar muy mal con la tía ortografía. Recuerdo a mi mamá, ayudándome con los deberes de primer grado y sin poder explicarme qué diferencia había entre “ombre” y hombre.

La humanidad somos el conjunto de humanos que habitamos este planeta, somos la estirpe más desarrollada e inteligente, al menos dominamos (o creemos dominar) al resto de las que habitan este suelo.

La suma de varones y mujeres no es lo mismo que humanidad, solo si nos reconocemos como iguales y en cierto modo, compañeros de camino, esta suma sí da como resultado humanidad.

Nuestra raza humana se comporta de modo variopinto; uno de esos estilos es ver al otro como una amenaza, el raro es el que no es como yo, tratamos a los demás de modo anónimo, plural; cuando vemos sufrimientos como las guerras, los refugiados, las migraciones, la esclavitud, la trata, nos lleva unos segundos decir ¡qué barbaridad! y seguimos en nuestro confort, quizás pensando impunemente en que no me toca a mí. Pero eso, le está pasando a uno como yo y yo, no hice ningún mérito para no estar en su lugar ¿por qué esa persona y no yo?

Nos cuesta reconocer los méritos del otro, somos detectives y voceros de defectos ajenos. Somos señores (¿o esclavos?) de la propia autoestima.

Todo eso que acabo de describir es la “umanidad”, sí, la humanidad sin hache.

Se me ocurrió pensar que esta letra muda que no le cambia nada al sustantivo humanidad, es la que le da el plus, lo invisible, lo gratuito.

En la medida que, sin buscar nada (como la hache), hacemos del otro (cualquiera) una persona mejor, le estamos dando el valor agregado. Aunque sea a la distancia con nuestra visibilización y nuestra pobre oración. Decir te ví hermano, me conmoviste hermano, en cambio de no me importás “ermano”.

La simple y sencilla hache no cambia la pronunciación, pero cambia la mirada, la historia que escribimos; que también puede ser “istoria”.

¡Qué extrañas a la vista nos resultan umanidad, ermano, istoria! Sepamos que, mucho más extraño es que viendo a nuestros semejantes le quitemos valor, aunque sea el simple valor de la hache.