Pliego
Portadilla del Pliego nº 3.119
Nº 3.119

Atrévete a ser santo: ‘Gaudete et exsultate’ desde cinco fábulas

En su última exhortación apostólica, ‘Gaudete et exsultate’ (GE), Francisco nos invita a reflexionar sobre “la llamada universal a la santidad”. El Papa motiva la lectura de esta carta repitiendo palabras recurrentes en su magisterio, como la alegría y el gozo: “‘Alegraos y regocijaos’ (Mt 5, 12), dice Jesús a los que son perseguidos o humillados por su causa. El Señor lo pide todo, y lo que ofrece es la verdadera vida, la felicidad para la cual fuimos creados. Él nos quiere santos y no espera que nos conformemos con una existencia mediocre, aguada, licuada” (GE 1).

Nos dice Francisco: “Los santos que ya han llegado a la presencia de Dios mantienen con nosotros lazos de amor y comunión” (GE 4). Pero “no pensemos solo en los ya canonizados o beatificados: el Espíritu Santo derrama santidad por todas partes, en el santo pueblo fiel de Dios…” (GE 6). El Concilio Vaticano II destacó con fuerza que “todos estamos llamados a ser santos” (LG 11).

FÁBULA: “Había una vez una zorra que descansaba bajo una frondosa parra. De pronto tuvo hambre y, al elevar la mirada, descubrió un bello racimo de uvas que colgaba en una de sus ramas. Pensó que aquellas uvas doradas serían un espléndido alimento no solo para saciar su apetito, sino también para saborear algo distinto, refrescante y exclusivo. La zorra se dispuso a tomar las uvas, pero había un pequeño problema: el racimo que le apetecía estaba demasiado alto como para que pudiera alcanzarlo. De ello se percató apenas dio tres saltos. Por mucho que lo intentaba, apenas se acercaba. Incluso cuando buscó algo para apoyarse y ganar en altura, vio cómo todo su esfuerzo era vano. Siempre se quedaba unos centímetros por debajo, lo suficiente como para que las uvas siguiesen embelleciendo la planta y no saciando su apetito.

Tras mucho intentarlo, la zorra desistió. Sin embargo, se percató de que un pájaro había contemplado toda la escena de su esfuerzo. Esto no le gustó, pues no toleraba el fracaso ni mucho menos ser comidilla de los demás, razón por la que se inventó una excusa y le dijo al ave: ‘Intenté con esfuerzo hacerme con esas uvas porque pensé que estaban maduras y serían un plato delicioso para un paladar exclusivo y refinado como el mío. Sin embargo, a medida que me fui acercando con mis saltos me di cuenta de que no estaban maduras, sino verdes, por lo que ya no hallé motivo para ello, pues no me interesa comer uvas verdes. Solo por eso dejé de saltar. Y de esta forma, con su orgullo en alto, la zorra se alejó de allí, segura de que no probó las uvas no por su falta de esfuerzo, sino porque ya no le interesaban‘”.

MORALEJA. A menudo, los seres humanos fingimos despreciar aquello que secretamente anhelamos y que sabemos que nos cuesta alcanzar. También nosotros, a veces, hemos contemplado la belleza de la santidad y hemos tenido apetito de ella: hemos querido alcanzarla. Incluso, nos hemos entrenado para ser mejores, para quitarnos el peso del pecado y saltar con más agilidad… Pero, con frecuencia, ante nuestros primeros fracasos, hemos desistido y nos hemos consolado diciendo: “Esta belleza no es para mí; es solo para personas privilegiadas y yo soy del montón”.

PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO. Comentamos la frase de León Bloy: “Existe una sola tristeza, la de de no ser santos” (GE 34).


Índice del Pliego

I. LA LLAMADA A LA SANTIDAD Y ‘LA FÁBULA DE LA ZORRA Y LAS UVAS’

  • Los santos “de la puerta de al lado”
  • La fuente de la santidad: la gracia de nuestro Bautismo
  • Cada santo “es una misión”
  • “La única tristeza es no ser santo”

II. LOS SUTILES ENEMIGOS DE LA SANTIDAD Y ‘LA FÁBULA DEL MOLINERO Y SU BURRO’

  • Los sutiles enemigos de la santidad: gnosticismo y pelagianismo
  • Una enseñanza de la Iglesia, muchas veces olvidada
  • El resumen de la ley: la vida teologal

III. LAS BIENAVENTURANZAS, CAMINO DE SANTIDAD Y ‘LA FÁBULA DE LAS DOS RANAS’

  • A contracorriente
  • El gran protocolo
  • El culto que más agrada a Dios

IV. TERAPIA PARA LA SANTIDAD, HOY, Y ‘LA FÁBULA DE LA VASIJA AGRIETADA’

  • Las grietas de la vida y cinco antídotos

V. PROGRESAR EN LA SANTIDAD Y ‘LA FÁBULA DE LA LIEBRE Y LA TORTUGA’

  • El combate: el diablo, más que un mito
  • La vigilancia: despiertos y confiados
  • La corrupción espiritual
  • La importancia del discernimiento
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