Editorial

Los capítulos virtuales como signo de los tiempos

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La Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica ha autorizado los capítulos generales y provinciales en formato telemático. De esta manera, el dicasterio vaticano modifica la prohibición de hace un año, una decisión que revela la maleabilidad y adaptación al signo de los tiempos que son las restricciones de movilidad por la pandemia, y que no tienen visos de relajarse a corto plazo.



Una medida “excepcional”

Nadie cuestiona que nada puede sustituir la presencialidad, menos aún en un momento tan trascendente como un capítulo, en el que, más allá de la elección de cargos, se ponen las bases para el futuro de la misión de todo instituto. Roma hace bien, pues, en considerarlo una medida “excepcional”, exigiendo máximas garantías en su aplicación.

A la vez, supone un gesto de confianza en los religiosos y religiosas que han capitaneado sus obras apostólicas de forma ejemplar haciendo frente al coronavirus. No cabe duda de que con esta misma entrega y rotundidad afrontarán los capítulos, buscando revitalizar el legado recibido de sus fundadores para que el carisma responda, hoy como ayer, para hacer realidad el Reino de Dios en todos los continentes, también en el digital.

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