Editorial

Las facturas eclesiales

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León XIV recibió, el lunes 17 de noviembre, a la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Española. Se trata del primer encuentro de la cúpula de los obispos españoles con el Pontífice, desde que fuera elegido el pasado mes de mayo. El diálogo abierto que mantuvieron con él durante una hora, según han compartido posteriormente los pastores, le permitió al Papa ponerse al día de los desafíos que tiene por delante la Iglesia española.



El propio presidente del Episcopado, Luis Argüello, reconoció que Robert Prevost “conoce bien” la realidad de nuestro país, por sus visitas como agustino y por su labor como prefecto del Dicasterio para los Obispos. Tanto es así que habría mostrado su preocupación, en la misma línea que manifestó Francisco en varias ocasiones, por una posible “ideologización” de la fe. Esta advertencia llega precisamente cuando la polarización política arrecia y no son pocos los lobbies que buscan apropiarse del catolicismo como bandera con un sesgo partidista. A la vez, también sobrevuelan los discursos anticlericales que buscan situar en la diana a la institución para alentar el frentismo.

LeonXIV_Obispos Espanoles

En este contexto, deben tenerse en cuenta las palabras de Argüello en el discurso de apertura de la Asamblea Plenaria de los obispos, en el que reivindicó el espíritu de la Transición abanderado por el cardenal Tarancón. De la misma manera, no puede caer en saco roto la homilía que el vicepresidente de la Conferencia Episcopal y cardenal arzobispo de Madrid, José Cobo, compartió en el Congreso Católicos y Vida Pública en la víspera del encuentro con León XIV. “No os dejéis engañar”, alertó Cobo, preocupado por que se puedan “legitimar modelos políticos o religiosos que polarizan la vida y hasta la fe, dividiendo y excluyendo.

Denuncia de abusos

Sin embargo, estas reflexiones han quedado empañadas estos días por la crisis generada a raíz de la primera denuncia a un obispo español por presuntos abusos a un menor. La cuestión también estuvo presente en la cita papal, y León XIV, días después, demostró estar al tanto del caso, respaldando que “la investigación vaya adelante”.

Entre tanto, la Iglesia sigue precisamente “adelante” con el desafío de hacer realidad la evangelización en una sociedad secularizada. Pero ninguna de las líneas pastorales que se puedan esbozar se llegarán a materializar pasando de puntillas o mirando de reojo a esa realidad interpelante que en estos días se visibiliza en forma de polarización y abusos, dos signos de los tiempos que son una llamada a la transparencia, a la humildad y a la centralidad. Dogmatizar en abstracto, catequizar en una burbuja de aislamiento o azuzar conversiones y vocaciones en laboratorios experimentales pasan algo más que factura. A la vista está.