El jurado del Festival de San Sebastián ha entregado su máximo galardón, la Concha de Oro, a la película ‘Los domingos’. Escrita y dirigida por Alauda Ruiz de Azúa, aborda el discernimiento de una joven que se está planteando ingresar en una comunidad de vida contemplativa. Pero, sobre todo, se adentra en las motivaciones que le han llevado a plantearse cuál es su lugar en el mundo, las diferentes reacciones generadas en su entorno y el acompañamiento de unos y otros para tomar su decisión.
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Atraer, sugerir y provocar
Que se encumbre el trabajo de una directora que se confiesa atea, porque es capaz de atraer, sugerir y provocar sanamente al abordar el hecho religioso con una perspectiva poliédrica –intentando huir del histrionismo y de los clichés– es una invitación a los católicos –ya sean obispos o laicos– a dejarse interpelar por las percepciones de sus coetáneos. Asimismo, supone una llamada a no prejuzgar, denostar o descartar esa mirada que viene de fuera y que nace del arte y de la cultura, que también es contemplación, sino a apreciarla como una auditoría externa que puede y debe ayudar a la Iglesia actual en su particular desafío de discernir los signos de los tiempos.
Escena de la película ‘Los domingos’
